LA DOCTRINA DEL “CEDE”

A 'el Cede', uno de los jefes del cartel mexicano de 'La Familia', le gustaba que sus subordinados llevasen una vida ordenada. Ni drogas, ni alcohol y, eso sí, mucha familia. Antes de ser detenido en el bautizo de su nieta junto a otros 43 integrantes de este cártel, Rafael Cedeño había adoctrinado a numerosos 'narcos' a través de su organización religiosa.

Rafael Cedeño era el jefe de 'La Familia' —un cartel del estado occidental de Michoacán— encargado del tráfico de drogas, la extorsión y el secuestro, así como la captación y adoctrinamiento de sus huestes. El capo ha dicho a la policía tras su arresto que había entrenado a miles de miembros del cartel con cursos en ética y crecimiento personal.

"El adoctrinamiento de este grupo consistía en cursos que lo que ellos consideraban crecimiento personal, valores, principios éticos y morales de la banda criminal. El objetivo era que los subordinados evitasen las drogas, el alcoholismo y mantuviesen la unidad familiar", indicó la policía federal en un comunicado.

Estos cursos muestran el nivel de organización que han alcanzado los cárteles mexicanos, grupos bien armados que a menudo controlan el territorio. El objetivo del entrenamiento era "tener un mejor control motivacional y emocional sobre los miembros".

Asimismo, el capo, de 47 años, captaba a nuevos miembros de su banda a través de una organización religiosa, según informa la prensa mexicana. Frente a la vida ordenada que buscaba para los miembros de su cartel, 'el Cede' está acusado dirigir redes de prostitución y de ordenar el asesinato de criminales rivales, que en ocasiones han aparecido decapitados.

El grupo era una escisión del cartel del Golfo, con el que ahora lucha por el control de Michoacán.

A 'El Cede' se le considera el reemplazo de Alberto Espinoza Barrón, alias 'El Fresa', detenido el pasado 31 de diciembre, y una figura muy cercana a Nazario Moreno González, alias 'El Chayo', el presunto líder de 'La Familia'.

En el momento de ser detenido, llevaba un documento que le acreditaba como "observador permanente" de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Michoacán. La organización se ha apresurado a desvincularse del capo y ha dicho que no existe tal cargo.

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