ArmandoValencia y los siete miembros de su Estado Mayor fueron detenidos por el Ejercito Mexicano comiendo en un restaurante de Jalisco. Allí estaba Eloy Treviño García, más conocido como El Licenciado y considerado como el sicario más bravo del cártel.
Pocos días después, y en el lapso de una semana, fueron capturados 51 miembros de esa organización en los estados de Georgia, Texas y Tennessee. El punto neurálgico para la distribución de la droga era la ciudad de Atlanta. "Este no es un caso ordinario", observó pragmático William Duffey, fiscal del distrito de Georgia. "Estamos en el centro de un sistema interestatal y, aparentemente, aquí las mafias distribuyen más rápidamente los dos bienes con los que cuentan: drogas y dinero".
Valencia se adobaba como presa apetitosa desde tiempo atrás. Antes del amanecer del 14 de agosto de 1999 fueron arrestados en Bogotá, Medellín y Miami 30 colombianos acusados de pertenecer al cártel del Milenio. La operación se bautizó con el mismo nombre y les echó el guante a perlitas como Alejandro Bernal Madrigal (a) `Juvenal' y el casi legendario Fabio Ochoa, un antiguo socio de Pablo Escobar que salió de la cárcel en 1996 y se puso al servicio de Valencia. Ya para entonces éste era considerado como el sucesor de Armando Carrillo Fuentes (a) "El Señor de los Cielos". Valencia heredó su ambición y también pagó por ello. Ordenó una vendetta cuando su socio Carlos Rosales se fue a otro cártel. A Valencia le respondieron con el asesinato en Jalisco y Michoacán de 16 parientes durante el lapso de año y medio.
Ese fue un caso comprobado en el que entregó información. En una nota del diario mexicano Reforma se afirmó que "el mismo Valencia, cuando lo detuvieron, reconoció que tuvieron (con Rosales) una relación de amistad que acabó hace más de un año".
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