lunes, octubre 26, 2009

CARTA A RAMON ARELLANO FELIX

La señora Castaños envió una carta a Ramón Arellano Félix, el más sanguinario de los hermanos del Cártel de Tijuana, para reprocharle el asesinato de sus dos hijos. Esta carta que fue publicada por Jesús Blancornelas en el semanario “Zeta”, Desató la ira del narcotraficante que provocó el atentado en contra del periodista en 27 de noviembre de 1997.

“Desde el primer momento que supe del fatal accidente de mis adorados hijos quise gritarte, preguntarte: ¿Por qué tanta crueldad? ¿Por qué tanta saña? ¿de que los acusaste? ¿Qué te hicieron mis reyes que con esto te cobraste? ¿Tan grave era su culpa que no se podía perdonar? ¿Qué te llevó a permitirlo?.

Ahora que te encuentras al borde del cadalso, me dije: Que no se vaya Ramón sin saber lo que mi hijo decía de él y lo que yo pienso.

Mi adorado hijo tenía lealtad. ¿Conoces esa palabra? No. Miedo como te lo tiene esa bola de cobardes que te rodean, y que te dicen que contigo hasta la muerte y andan viendo cómo te dan la puñalada por la espalda, como se la dieron a mi Rey.

Yo muchas veces le dije que no te saludara. Que buscara la forma de no llevar amistad contigo, mucho menos relación de trabajo. Y él, muy confiado, me respondió: “No se crea todo lo que dicen de él. Es bueno, es justo. Lo que no le gusta a él es que se pasen, que sean abusones. Con decirle que a todos los que han caído en batalla de su equipo les tiene prendida una veladora. El es buen amigo”. ¿Tú crees la inocencia o ignorancia de mi Rey? Con eso le ganaste su corazón. ¡qué lejos estaba mi Rey de conocer tus entrañas que allí se anidaban la traición, la cobardía, el miedo, la perversidad, la maldad y tienes miedo de dejar de ser figura y eso lo reflejas con tus barbaridades que cometes.

También me decía que tú le diste oportunidad de trabajo y por eso él te agradecía que lo hubieras ayudado y él era agradecido.

Tú, Ramón, Sabías muy bien que mi hijo fue víctima de problemas que lo llevó a tener diferencias con Mayel y que él, mi hijo, quería sacar la verdad del robo. Que El Español supiera que le habían robado y no que él, mi Rey, se había autorrobado.

¿Sabías Ramón que tu hermano Benjamín quiso ayudar a mi Rey con ese problema y para platicar con él le mandé decir que hiciera la cita por medio de El Abulón?.

Mi hijo vino expresadamente para concretar la cita y estuvo en pláticas con El Abulón por tres días, esperando y mandando mensajes a El Abulón. Pero El Abulón jamás hizo nada por concretar la cita.

Estando Benjamín aquí en Tijuana y ya con autorización de él, tu hermano. ¿Sería que recibió orden de El Varilla de que a mi Rey lo mandara por un tubo para que así no tuviera la oportunidad de arreglar la diferencia entre mi Rey y Mayel?

Ramón: Me han dicho que tú te ufanas porque le hiciste daño a mi hijo ¿Por qué te ufanas? ¿Por qué no reconoces y reconoce tu equipo que mi Rey era hombre de valor y tu equipo le tenía envidia y miedo, porque sobresalía de entre todos ellos?, que nada más son unos cobardes, que nada más están buscando cómo venderte del miedo que tienen, ahora que se dan los millones de dólares por ti.

Ramón: Si mi hijo se fue con El Tiburón fue por dos razones, pienso yo. Una porque creía en ti y que de verdad querían arreglar las cosas con palabras, con convenios, así como Mayel le había pedido que se fuera de aquí y se fue mi Rey. Otra, que conociéndolos a ustedes cómo se las gastaban, prefirió irse y salvarle la vida a los demás acompañantes incluyendo a su hermano y que error, pues a su hermano fue el primero que dañaron. Dile a El Lobo si esas órdenes llevaba de El Varilla.

Ramón ¿Cuáles órdenes llevaban tus pistoleros?

Ramón Sabes que el viejo Manuel El Español y su equipo fue el beneficiado. No entregó nada a la familia. Se quedó con todo. Barcos, aviones, dinero, mercancía, todo el equipo de trabajo y con la ruta que mi Rey hizo.

A ellos les hiciste un gran favor y a nosotros nos desgraciaste para toda la vida. Tú bien sabes y Mayel también, que él, El Español, el problema lo hizo más grande porque a punta de borracho dijo que tenía cincuenta millones de dólares para pelear con ustedes.

Mi Rey pagó el plato por esa hablada. Ironías de la vida. Los que te sirvieron en un momento de necesidad tú ya los mataste a sangre fría sin haberte hecho daño a ti, a tu familia, a tu organización. ¡Que error tan grande cometiste con los míos! Al viejón lo dejaste más millonario que antes. A gusto, trabajando.

A la familia de mi Rey, sin padre, sin dinero, sin tío y con un vacío de padre para toda la vida. A mí, sin mis hijos, muerta en vida, desgraciada y llorando noche y día porque yo tenía unos hijos adorables como hijos y como seres humanos.

Yo te pido que en un acto de buena fe y en memoria del que te brindó su amistad y que si fue tu amigo aunque tú no de él, le pidas a El Español que regrese lo que no le corresponde.

Chava y Arturo, tú sabes quienes son, los que aquí le trabajan todo al Español y en Estados Unidos. El Chava también. Se quedaron con bastante dinero de mi Rey, ¿Y quién les puede exigir que hagan cuentas? ¿Yo, una mujer sin apoyo? ¿O es que él iba en la polla del pago de pistoleros y también para que su trabajo, que estaba en puerta el día del fatal accidente saliera bien?

Me mando avisar hasta los ocho días. Que cruel. Después de que les sirven los abandonan. Así es el ser humano. Primero él y después él, por eso dejaron esa frase difícil de cumplir. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Jamás sucederá eso, difícil de llevar a cabo”.

“Sabes que el día del fatal accidente llegó el trabajo de mi hijo donde venía una inversión muy fuerte, y es la que le reclamo a El Español de hacer cuentas y no quiere darme la cara, mucho menos lo de mi Rey.

Aún cobrándose lo del robo sobra para darnos. No quiere dar nada. No es justo eso.

Ramón: Te estoy hablando de la persona que tú pediste que te sacara de la ciudad de Tijuana y del país, cuando tu problema del Cardenal Posadas Ocampo acababa de ocurrir y tú tenías encima radio, prensa, televisión y El Vaticano.

El, dejando familia e hijos no la pensó dos veces a sabiendas que arriesgaba su libertad si los detenían, y su vida, si se topaban con los enemigos. Tu destino era llegar a la Ciudad de México por los Estados Unidos haciendo escala en tres o cuatro ciudades de ese país. Tú le pediste que te acompañara porque con él te sentías seguro, aparte de que hablaba buen inglés y su nombre estaba limpio. El llevaba la batuta de comprar los boletos de avión, registrarse en hoteles, pedir la comida en los restaurantes y él siendo ajeno a ese problema tan grande que llevabas a cuestas, a esa persona le debías algo de tu libertad y tu vida. El te tenía en buena estima y siempre creyó en ti.

Lo que ignoró mi Rey es que Ustedes no conocen las reglas de oro. Reconocer al hombre de valor y jamás matarlo como lo hicieron con ambos. Merecían seguir viviendo.

Ramón: Mi conclusión llegó a esto:

Primero: Que querían saber que no supieran.

Segundo: Que tu banda no tenía suficientes motivos para hacerle lo que le hicieron a mi Rey.

Tercero: Si había problemas con Ustedes no era para tanta crueldad.

Cuarto: Que el secuestro les falló al haber El Lobo ultimado a su hermano y ya no podía haber rescate y se ensañaron con mi Rey.

Quinto: La razón más poderosa que yo considero imperdonable es lo que tú hiciste con ellos. Y otra que te violen a una niña hija tuya o de cualquier otro, vejación a tu mamá y eso mi Rey jamás lo haría porque tenía principios morales y valores muy fuertes de respetar al ser humano.

Sexto: Que sólo un desquiciado por la envidia e impotencia de ser igual o mejor que ellos, que nos odiaba, tanto a mí como a mi familia, a mi Rey el mayor le tenía demasiada envidia y coraje, porque su padre de él El Loco, se los ponía siempre de ejemplo por trabajador, responsable, inteligente, estudioso. El haber estado en las mejores escuelas por su propio mérito y no por el dinero, o lo que valieron sus padres y sobre todo no vicioso ninguno de los dos. Y eso pienso que no lo olvida, mucho menos perdona que fueron mejor que él en todos los aspectos, y esta orden dio a El Lobo: si el hermano se te pone al brinco también dale, porque tú Ramón no tenías nada en contra de los dos.

Séptimo: Que sólo Varilla pudo haber atizado la hoguera y tú Ramón caíste en su perversidad en contra de mis adorados hijos.

Octavo: Que Varilla y su hermano, El Español se conjugaron para quedarse con todo lo que llegó precisamente en la fecha del fatal accidente y como tu gente le sirve a él también, por eso se apoyó en ella.

Probablemente estoy equivocada, Pero tú serías el único que me sacarías de la duda.

Ramón: ¿Me podrían decir cuales fueron las últimas palabras de mi Rey?. Le pido mucho a Dios que lo salvara de la ignominia de la que estaba siendo objeto, maltratado físicamente y verbalmente. ¿Verdad que los milagros no existen?. Cuánto imploraría mi Rey a ti y a tu gente y a Dios, porque Ramón, tanta crueldad en ti y en tu gente, aunque tu gente nada más recibe órdenes y nadie tiene el valor de decir que no está de acuerdo con tus métodos.

Ramón: Qué cobardía cometiste con mis Reyes. Te dolía reconocer que eran mejor que Ustedes y que ellos podían llegar muy lejos.

Ramón: Les tenías miedo y llegaste a respetarlos y reconocerlos. ¿Por qué te ufanas de que tú fuiste quien les hizo daño?

Ramón: deberías de hacer tus memorias diciendo los motivos que te llevaron a hacer tanta canallada. ¿Cuál fue tu ideal?. ¿Cuál fue tu causa?. ¿Cuál fue la injusticia que combatiste con tanta saña?. ¿Por qué?. Te voy a decir una cosa. Valor no tienes porque siempre has hecho tus fechorías amparado en los que representan la autoridad judicial estatal y apoyada por ellos mismos, siempre has tumbado gente indefensa. ¿tú crees que eso es ser hombre valiente?.

Ramón: ¿Por qué no donas tu cerebro para que lo estudien los científicos y conozcan un cerebro que guarda tanta crueldad cuando has tenido todo en la vida, padres, hermanos, mujeres, hijos, dinero, poder matar a sangre fría, tener instintos irrefrenables.

¿Sabes, Ramón? Yo recuerdo cuando Tijuana estaba siendo invadida por cholos y había muertes a puñaladas en las colonias o centros de la ciudad. Ustedes ya trabajaban aquí. Ya llevaban amistad con judiciales y tú les dijiste que te dejaran limpiar la ciudad de ese tipo de gentes, así fue que te iniciaste y cuando mataste a gente por nada, la judicial no detuvo ni tan sólo te nombró y eso fue en plena Revolución y yo pienso que allí empezaste a crecer como asesino intocable.

Con el pretexto de limpiar la ciudad de Tijuana y con la complacencia de la autoridad, la diferencia era que la Judicial de Estado sí detenía a los cholos asesinos y nomás a ti nunca te detuvo y no porque los tuvieras amagados, sino por la amistad que llevabas con ellos, pues al principio tú nunca amagaste. ¿Con qué?. Si no te dejaban trabajar los desaparecías. Pedías permiso para acabar con algún miembro de la organización y si te la daban lo hacían, si no, no.

Yo le digo al sociólogo investigador universitario Luis Astorga que no existe ningún "Hoyo negro" en la llegada de los Arellano aquí a Tijuana, porque hay mucha gente viva que te puede decir cómo se trabajaba y quiénes eran los amos y señores, pero por las cantidades que traían y no por sanguinarios, y los arreglos que siempre han existido en la Judicial Federal o en aquel entonces Federal de Seguridad. Por otra parte, Servicio Secreto, que luego se pasa así a la Judicial de Estado, se pregunta por qué Tijuana, porque Tijuana fue siempre la meta. Geográficamente era la frontera más cercana y San Luis Río Colorado era un descanso; Mexicali y Tijuana, el fin.

Ahora con la navegación puede ser Cabo San Lucas, La Paz, San Felipe, Ensenada y a Tijuana por tierra.

Fíjate Ramón, si la madre de El Lobo tuvo el cinismo de poner desplegados exigiendo derechos humanos cuando su hijo es un cobarde asesino a sueldo y ahora hasta da entrevistas a los medios de comunicación.

Alejandro no tuvo empacho en decir que su familia creyó en su integridad, cuando pertenecía a la banda más sanguinaria y es hermano de un multiasesino. Qué cinismo de familia.

Qué no diré yo que mis adorados hijos sí fueron víctimas de la envidia, la injusticia, de la cobardía de ustedes y éstos sí, mis hijos, eran hombres, no peleles. Si no, que se lo pregunten al mismo Mayel, a ti, a Varilla, al mismo Tiburón, a El Lobo y los van a calificar de los mejores como seres humanos y éstos, mis reyes, sí fueron patrón de patrones y señor de señores. ¿Verdad, Español? A su corta edad.

Te dejo con tu reflexión. Me quitaste lo más grande que la vida me había dado y dejaste a unos niños sin padre que como padre iba a ser lo máximo para ellos, porque lo era, y les dejaste su corazón triste para siempre.

Hasta luego te digo. Tienes que pagar en vida tus errores. No mereces morir todavía. Que la muerte no sea tu precio ni tu castigo. Que vivas muchos años más y que conozcas el dolor de perder hijos, no padres, ésos no duelen tanto.

Madre desconsolada.

M. Castaños.

P.D. Por mí puedes mandarme matar a la hora que tú quieras, que muerta estoy. Contenta te entregó mi vida con tal de que me digas la verdad de los hechos y que el nombre de mis adorados hijos quede en limpio para el recuerdo de mis nietos”.

FUENTE: ESP.MEX.ORG

1 comentarios:

Unknown dijo...

Seguira viva esta sra

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