miércoles, enero 13, 2010

EL MULETAS BURLO A LOS FEDERALES

Es la tercera vez en menos de un mes que policías federales y fuerzas militares intentan detener a Luis Alfonso Velarde Solís o Raydel López Uriarte; la primera en una casa, la segunda en un estadio, y la última en un restaurante. La habilidad del lugarteniente para corromper policías, lo ha mantenido libre.

A “El Muletas”, le fue muy fácil escapar.

Estando el operativo federal para detenerlo en el interior de Mariscos Godoy, policías sobornados por el lugarteniente de una célula del Cártel de los Arellano Félix (CAF) le dijeron a lo que iban. A detenerlo.

Por eso, aun cuando el restaurante estaba rodeado, pudo escapar. O mejor: Lo dejaron ir. Salió corriendo por la puerta, a pesar de que había agentes encañonándolo con las armas. Tenía otro elemento a su favor: Iba disfrazado de Policía Municipal de Tijuana. Traía el uniforme con insignias, placa, botas de rigor y todas las herramientas como arma, cacha, radiocomunicación y gorra. Se fue de largo.

Atrás dejó “El Muletas” la patrulla tipo pick-up Ford F150 modelo 2007, con logotipos de la Secretaría de Seguridad Pública de Tijuana, que utiliza normalmente para transportarse por la ciudad.

Huyó de la escena de su detención en otro pick-up que ya lo esperaba con la puerta abierta y el motor en marcha. Así se escapó.

La versión lograda por ZETA coincide con elementos de la investigación. Por ejemplo, se dice que el video de vigilancia del restaurante, muestra en la reunión de los integrantes del crimen organizado a dos policías municipales. Plenamente identificados por su uniforme y trato en la mesa de negociaciones. Sin embargo, la Policía Municipal de Tijuana únicamente identificó a uno de ellos, Luis Gilberto Sánchez Guerrero, encargado de la patrulla que dejaron abandonada en la escena.

El otro policía no ha sido identificado hasta la fecha, por una razón de peso: Se trataba del lugarteniente Velarde Solís.

Informantes de ZETA confiaron que no era la primera vez que acudía a una cita vestido de policía municipal y en una unidad oficial. “Es su costumbre, andar en patrulla y como policía”. Tiene todo, desde uniforme, insignias, credenciales y equipo de comunicación de la Municipal. Por eso, dicen, ha resultado tan difícil detenerlo.

El poder de “El Muletas” al interior de las corporaciones policíacas va más allá de ponerle una patrulla y uniforme a su disposición y para su traslado. El brazo corruptor de esta célula del CAF ha alcanzado a las corporaciones federales y estatales. Siempre le llega el aviso que lo van a detener, y escapa.

Dentro de la corporación criminal del CAF en la célula de Teodoro García Simental, alias “El Teo”, “El Muletas” -también apodado “El Furcio”- es el brazo ejecutor en las delegaciones La Mesa y Sánchez Taboada. Informes oficiales indican que también se dedica al secuestro, cobra cuotas por pago de piso a ladrones de autos y hasta a polleros de la zona.

Su nombre está escrito como participante en las investigaciones oficiales del atentado al ex Secretario de Seguridad, Manuel Díaz Lerma, cometido en Mexicali, así como en la balacera del restaurante contra policías estatales y federales, suscitada en el restaurante Mi Chante de Tijuana el año pasado.

Las tres fugas

Previo al fallido operativo federal el 30 de octubre de 2007 en Mariscos Godoy, los agentes federales ya habían intentado la detención de “El Muletas”.

La primera oportunidad la perdieron el martes 9 de octubre.

Arropado en la impunidad, Alfonso Velarde Solís asistió al espectáculo de lucha libre organizado en el Estadio Calimax, para ver a Blue Demon y Espectro juniors. Llegó custodiado por policías municipales y otros integrantes de su grupo delictivo. Entre ellos alcanzaron a divisar la llegada de agentes federales que se apostaron en la entrada vehicular del estadio, descuidando la salida peatonal.

Al ser notificado de la presencia de los federales, el sicario simplemente abandonó el centro deportivo caminando. Se fugó sin mayor dificultad por vez primera en este año.

El segundo intento de captura fue tres días después, el 12 de octubre de 2007. Fuerzas federales y militares de Tijuana, organizaron un aparatoso operativo con 200 agentes de ambos bandos, y sitiaron una casa ubicada en el fraccionamiento Lomas Virreyes.

Era viernes y el rumor llegó hasta la Capital del Estado: Habían realizado una detención importante. Sin embargo, al concluir la aprehensión únicamente detuvieron a Julio César Dueñas Moreno, supuesto integrante del comando negro y ex ministerial que, a pesar de haber sido acusado de brindar protección al CAF y robo de autos, perteneció a la Policía Municipal de Tijuana, institución a la que renunció 10 días antes de ser detenido.

La tercera no fue la vencida

De botana pidieron camarones, para beber, cerveza. Todos los ahí reunidos, incluido Luis Alfonso Velarde Solís, “El Muletas”, lugarteniente del Cartel Arellano Félix (CAF), estaban de fiesta. Por ello solicitaron el salón VIP de Mariscos Godoy, localizado frente al Motel Tijuana, a pocos metros del crucero de la “5 y 10”.

“El Muletas” o “El Furcio” no llegó solo al lugar. Lo hizo acompañado de varios de sus asociados, entre ellos uno apodado “El Pajarito” y otro conocido como “El Negro” o “El Acapulqueño”.

El delincuente también estaba flanqueado por Luis Gilberto Sánchez Guerrero, agente de la Policía Municipal de Tijuana, comisionado a la delegación La Presa, quien llegó con la patrulla que los transportaba a ambos. También se hallaba José Alberto Cervantes Nieto, cantante de Explosión Norteña, quien fuera baleado junto con otros dos integrantes del grupo en agosto de 2006.

Una cámara de video vigilancia instalada al interior del restaurante dejó al descubierto que 15 personas acompañaron a “El Muletas” en el exclusivo salón construido en el segundo piso del negocio, mientras el resto aguardaba en la planta baja.

En el lugar todos platicaban con familiaridad. Los camareros corrían de la cocina a las mesas para servir los rebosantes platos de mariscos y las frías botellas de cerveza.

Alrededor de las 8:20 de la noche del martes 30 de octubre, mientras “El Muletas” y su gente comían y bebían, una llamada telefónica alertó a los agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP) sobre la presencia de estas personas.

“En los Mariscos Godoy un grupo de personas armadas se encuentran en una fiesta. Están acompañados de alguien pesado”, denunció un preocupado ciudadano a través del número de Emergencias.

Sigilosamente se montó un operativo. Doce minutos más tarde, el restaurante estaba resguardado. Aun cuando testigos aseguraron que a la llegada de los agentes se escucharon detonaciones de bala, el video captado por las cámaras de vigilancia del lugar, en poder de la Procuraduría General de la República (PGR), demuestra que uno de los asistentes visualizó al grupo de 60 policías.

“¡Los federales!... ¡Los federales!”, alertó. Todos corrieron desesperadamente. Las cámaras grabaron a uno de los meseros tratando de explicar cómo salir del lugar y escapar de los policías. Al escuchar las detonaciones, los invitados de la zona VIP bajaron nerviosos. Algunos rompieron la puerta trasera del salón para escapar, pero ya los tenían rodeados.

De acuerdo con un testigo de los hechos, “El Muletas”, quien portaba uniforme de la Policía Municipal y andaba como si fuera el “compañero” del agente Gilberto Sánchez, negoció con los federales su huida. “Llegó el operativo y hablaron con él”.

Y explicó cómo lo hizo: “Salió corriendo del lugar por la puerta principal y se lanzó a la caja de un pick-up que venía bajando de la ‘5 y 10’”.

Más: La patrulla municipal decomisada por la PGR era el vehículo de “El Muletas”; la utilizaba para recorrer varios puntos de la ciudad y cumplir con sus obligaciones delincuenciales vestido de policía.

Tras la negociación, varios de los ahí reunidos también desaparecieron.

Funcionarios de la PGR reconocieron que la mitad de los invitados lograron huir impunemente. Entre ellos el policía municipal Sánchez Guerrero, quien ingresó a la corporación el 12 de julio de 2003 y desde el operativo no se ha vuelto a saber de él.

Fue hasta las nueve de la noche, aproximadamente, que personal de la PGR y de la Agencia Federal de Investigación (AFI) arribó al lugar. Por espacio de tres horas resguardaron el inmueble en coordinación con tres convoyes del Ejército que patrullaban la zona.

Casi al filo de la media noche, uno de los supuestos comensales, quien notó la distracción de los federales, trató de fugarse del lugar, por lo que inmediatamente fue detenido, no sin antes recibir una golpiza por parte de los uniformados.

Hasta ese momento, la versión de la PGR era que sólo había un detenido y más de 40 presentados, entre ellos los trabajadores del lugar y el cantante de Explosión Norteña, por lo que fueron trasladados a las instalaciones de la PGR.

Durante la madrugada del miércoles 31, luego de analizar los videos, las autoridades ministeriales se percataron de que al menos cinco de los presentados habían acompañado a “El Muletas” en la sala VIP, por lo que inmediatamente cambió la situación jurídica de los detenidos.

En el operativo, los federales aseguraron cinco vehículos, entre éstos la patrulla municipal utilizada por “El Muletas”, que a simple vista mostraba un impacto de bala. Un Wolkswagen Beetle con placas de California, mismo que presentaba varios impactos de bala; una camioneta BMW con placas nacionales, propiedad de Alberto Cervantes Nieto; un Wolkswagen Passat con placas nacionales y una camioneta Ranger.

A su vez fueron decomisadas dos armas cortas, una calibre 9 milímetros y otra tipo escuadra, así como una R-15, de las conocidas como “mata policías”, con sus respectivos cartuchos.

Funcionarios de la PGR reconocieron que aun cuando dos vehículos presentaban impactos de bala y testigos aseguran que se escucharon varias detonaciones de arma, no se localizaron casquillos percutidos en el lugar.

Al concluir el operativo, se anunció la detención de Óscar Manuel Rodríguez e Iván Reyes Ríos, quienes, de acuerdo a informes de la Policía Municipal, son conocidos como “El Pajarito” y “El Negro”; chalanes que hacen parte del trabajo sucio de “El Muletas”.

Y por fin, decidieron también investigar al vocalista de Explosión Norteña, José Alberto Cervantes Nieto, conocido relator puntual de los crímenes de los sicarios del CAF en sus narco corridos.

ZETATIJUANA.COM


EL MULETAS SIGUE ACTIVO

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