lunes, enero 18, 2010

DETENCION DEL GIL

Gilberto Sánchez Guerrero, el ex agente municipal corrupto señalado como homicida de policías, aseguró en sus primeras declaraciones que la estructura operativa y financiera de Teodoro García ha sido mermada porque las corporaciones del Consejo de Seguridad Estatal han limitado sus traslados. Y que su jefe, Raydel López, se está preparando para sucederlo “de ser necesario”.

“Yo soy quien comanda las operaciones de droga y ajustes de cuentas de (Raydel López Uriarte) El Muleta”, dijo ante sus captores Gilberto Sánchez Guerrero “El Gil” al ser detenido el martes 29 de diciembre por elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP).

Aseguró que la célula de Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero” sigue a la cabeza del cártel; que la persecución de las autoridades ha limitado la movilidad de Teodoro García Simental quien pasa la mayor parte del tiempo en la zona de San Quintín, y esa situación ha fortalecido el poder criminal de “El Muletas” que se está preparando económicamente para suplir a su compadre cuando sea detenido.

También confirmó la existencia de Juanito alias el “El Ruco” o “El Viejo” quien hace las veces de operador administrativo de López.

Declaraciones

A partir de octubre de 2007, cuando “El Gil” desertó de la corporación municipal de Tijuana, al interior de la policía local ha sido señalado como responsable de la mayoría de los asesinatos de agentes, la ejecución de narcomenudistas y los ataques a instalaciones públicas.

Él confirmó que cuando no encabezaba los operativos homicidas servía de apoyo a los grupos supeditados a Manuel García Simental “El Chiquilín”, así estaban definidas sus funciones criminales.

Como jefe operativo de López Uriarte, “El Gil” manifestó que hasta el día de su captura también había sido responsable de controlar la llegada de droga para venta al menudeo en las colonias más importantes de cada delegación, porque su labor no se limitaba a la zona Este. Aunque sus colonias más productivas son El Lago y las dos Buenos Aires.

“El Muletas goza de los privilegios que le da su compadre, y no sólo en la distribución territorial, también al momento de repartir la droga, pues le da preferencia en la entrega de la mercancía de mayor calidad y precio”.

Explicó que otra de sus actividades era escoltar en Tijuana cargamentos de enervantes procedentes del sur con destino a Estados Unidos.

Detalló que por haberse iniciado en el crimen organizado del lado de las células de los Arellano, a la sombra de Víctor Magno Escobar “El Pareja”, Raydel López conocía del movimiento de los estupefacientes y de la ubicación de los “buenos contactos”.

Refirió que este año los problemas de traslado que tuvo “El Teo” ante la persecución de autoridades de los tres órdenes de gobierno y las denuncias en su contra hechas por las células de Sánchez Arellano, sirvieron para que López pudiera acumular dinero.

Como “El Tres” no podía y su hermano “El Chiquilín” estaba controlando sus propias células ejecutoras y de seguridad, reveló que a “El Muletas” le correspondió hacer contactos en búsqueda de proveedores.

“Desde entonces, viaja mucho a Puerto Vallarta y Michoacán”, con beneficios para la célula en general y para él en particular.

Afirmó que aunque su jefe apoya completamente al compadre, al mismo tiempo está cuidando su estructura principal, y cuando envía gente de respaldo a los hermanos García, no manda a su grupo principal ni a sus coordinadores delegaciones o “puchadores” seccionales. La carne de cañón son los reclutas nuevos, sicarios desechables cuya detención o deceso no le provoque problemas.

Por eso, de acuerdo a su versión, la mayoría de las detenciones de secuestradores, sicarios, cocineros y operadores importantes del lado de García Simental, han sido miembros de “El Chiquilín”. Como los hermanos Sauceda, su gente o Candelario Arceaga.

“Los tiradores de El Muletas, los fuertes, no han caído porque los está cuidando y los obliga a moverse con bajo perfil para que no se vean inmiscuidos en nada”, incluso protege sus identidades de otros miembros de la banda, pero Gilberto Sánchez Guerrero las conoce.

Como parte de sus primeras declaraciones, aseveró también que para no desgastar a su grupo, en las dos últimas pugnas internas, “El Muletas” y “El Teo” habían estado ejecutando a “sus tiradores” como si fueran gente de Sánchez Arellano por consejo de Raydel López.

Estas ejecuciones, mencionó, las ha operado “El Chiquilín” porque “él es el encargado de la seguridad de su hermanos y el responsable de hacer llegar sus mensajes”.

De la estructura de “El Muletas” expresó que en términos administrativos el lugarteniente de López Uriarte es un sujeto llamado Juanito al que conocen como “El Ruco” o “El Viejo”.

“Es su principal operador en renta de piso, de droga y administración de tienditas y suministro de cristal o mariguana a Estado Unidos.

“Ése no tiene broncas, porque casi no es conocido así que es el encargado de bajarle los recursos a la familia del jefe y supervisar la compra de vehículos”.

Esta información contrasta con los expedientes de las áreas de inteligencia local, en los cuales “El Viejo” forma parte de las células de Fernando Sánchez Arellano en donde se supone escaló lugares en el organigrama delictivo a partir de la captura de su anterior jefe, Saúl Montes de Oca Morlett “El Ciego”, detenido en marzo de 2008.

Inesperadamente, Sánchez Guerrero aseguró que “El Muletas” está económicamente y estructuralmente bien, en mejores condiciones que “El Teo” y mientras su jefe directo “tiene mucha lana para apostar en las carreras de caballos y las peleas de gallos, García tiene limitado su campo de acción a San Quintín porque es el único territorio que domina al cien por ciento.

La captura

A “El Gil” lo detuvieron en el departamento cinco, quinto piso, de los condominios ubicado en calle Berlín número 569, entre Oslo y Luxemburgo de la colonia Moderna en el municipio de Ensenada. Eran poco más de las cuatro de la madrugada del martes 29 de diciembre.

En su poder encontraron un arma .38mm y una SN 5.7 tipo escuadra, de las conocidas como “matapolicías”, así como cargadores con cartuchos útiles y una camioneta Ford Expedition modelo 2003.

Tenía una semana habitando esos departamentos de descanso, tiempo durante el cual fue vigilado por personal del área de Inteligencia de la PEP. Los mismos que lo perdieron en el operativo del último día de octubre realizado por el Ejército y la Policía Municipal donde “reventaron” una bodega que los sicarios usaban como área de reunión y descanso en El Florido y frustraron el atentado a la vida del Secretario de Seguridad Pública de Tijuana.

De acuerdo a la información oficial, en aquella fecha, los agentes estatales tenían menos de una semana en plantón frente al bodegón observando el movimiento de los criminales. La noche del 30 octubre, cuando el matón acudió a darles un mensaje, lo vieron llegar, pero no lo detuvieron porque acudió acompañado de su hija, así que decidieron esperar a que regresara solo o un posible arribo de “El Muletas”.

Después de las capturas, la PEP fue a buscar a Sánchez Guerrero a unos departamentos que se dieron cuenta tenía en Rosarito, pero fue inútil, así que dejaron vigilancia en las casas que la investigación anterior les había permitido detectar.

Dos días antes de Navidad lo ubicaron en Ensenada: se había reunido con su familia. Llegó con un numeroso equipo de seguridad que lo resguardó por tres días mientras los agentes lo vigilaban. Al cuarto día, convencidos de que no había movimientos extraños, despachó a la mayoría del equipo.

Los PEP’s continuaron observando durante tres días esperando que la esposa y uno de sus hijos abandonara el departamento pero no ocurrió, así que para evitar enfrentamientos en una zona habitacional decidieron ingresar cuando estuviera dormido.

Cuando los policías estatales allanaron el edificio, el único escolta que se había quedado para cuidarlo huyó. Según reportaron los agentes, brincó del quinto piso y cayó sobre unos alambres que amortiguaron el golpe y salió corriendo sin que lo detuvieran porque todos los agentes disponibles estaban en el quinto piso al saber que no había más criminales en esa zona.

Lo capturaron y después de un primer interrogatorio fue trasladado a la base de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado en Tijuana donde el titular, Daniel de la Rosa Anaya, lo presentó ante la prensa a las 10 de la mañana.

Presentación

En la conferencia, el funcionario dijo que a Luis Gilberto Sánchez Guerrero se le buscaba por asesinar policías, secuestrar, proteger narcomenudistas y orquestar múltiples ajustes de cuentas para Raydel López Uriarte, “El Muletas”, y que es considerado por la Policía Estatal Preventiva como uno de los posibles sucesores de Filiberto Parra Ramos, “La Perra”, al tener a su cargo al menos 10 células delictivas de la organización criminal encabezada por Teodoro García Simental, “El Tres”.

A sus 29 años, el ex policía municipal, mejor conocido como “El Güero” o “El Gil”, tenía un amplio historial delictivo.

Se le atribuye la autoría intelectual del frustrado atentado contra Julián Leyzaola Pérez, Secretario de Seguridad Pública de Tijuana, cuyos presuntos autores materiales fueron detenidos en octubre de este año en poder de armamento de alto calibre con el que se sospecha ejecutarían el ataque.

Desde hace más de dos años Sánchez Guerrero era señalado por sus compañeros como operador del cártel Arellano Félix, pero las autoridades federales y estatales comenzaron a seguirle la huella a partir del 30 de octubre de 2007, cuando desertó de la corporación después de ayudar a “El Muletas” a escapar de un enfrentamiento con las fuerzas federales en “Mariscos Godoy”, a bordo de una patrulla de la Policía Municipal.

“El Gil” dejó la corporación al mismo tiempo que su compañero de delitos y también ex agente municipal Jesús Israel de la Cruz López, “El Tomate”, considerado por el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Daniel de la Rosa, como uno de los principales operadores de “El Teo”.

A pesar de haber trabajado inicialmente para Fernando Sánchez Arellano, las autoridades investigan su actividad como cabeza de la banda de sicarios de García Simental conocidos como “Claves R”, que enfrentó a la gente de “El Ingeniero” en el tiroteo del 26 de abril de 2008 en el bulevar Insurgentes.

También se le considera responsable de dirigir el asalto a un camión de valores en Tijuana el lunes 14 de enero de 2008, y se le señala directamente como el responsable de comandar los asesinatos de los jefes policiacos José de Jesús Arias Rico y Hélbert Escobedo, esa misma noche.




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