Lo pusieron. Una llamada anónima y no una investigación, llevó a la captura de Filiberto Parra Ramos.
Un grupo especial de policías bajo las órdenes del Teniente Coronel Julián Leyzaola Pérez, siguió al capo desde Playas hasta la rampa al Aeropuerto donde fue detenido. Contaron con el apoyo del Ejército Mexicano y el Ministerio Público Federal. En un principio “
Durante la noche del miércoles 10 de junio y la madrugada del jueves 11, Filiberto Parra Ramos, “
No encontraron mucho.
Cuatro hombres, vehículos, muy pocas armas y algo de droga. Crystal . El hampa se había adelantado a soldados y policías municipales y ministeriales. Cinco minutos después de conocer la detención de Parra Ramos, hombres al servicio de García y Raydel López Uriarte, “El Muletas”, se fueron de la ciudad. Incluso alcanzaron a llevarse en resguardo a la esposa del detenido, a sus dos hijos, y unos tres vehículos, de la casa donde vivían en El Pípila.
Y aun cuando en
Atrás habían dejado a Parra Ramos. En manos del Ejército y del Ministerio Público Federal. Ahí habló. Se adjudicó 10 ejecuciones de manera directa y haber ordenado unas 35. Los secuestros, levantones y delitos relacionados con el tráfico de droga o narcomenudeo no los detalló. Al menos no en Tijuana donde le tomaron la primera declaración antes de ser trasladado a
Investigadores oficiales dicen que no proporcionó mucha información. Pero sí habló de los detalles de la relación entre “El Teo” y Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero”. Les confirmó lo que extraoficialmente se sabía: Que ambos capos pactaron una tregua luego de la cruenta batalla de finales de 2008. Que la consigna era no agredirse unos a otros y respetarse sus “plazas” dentro de la ciudad.
A diferencia de Luis Ramírez Vázquez “El Güero Camarón” o Isaac Godoy Castro “El M”, quienes ofrecieron detalles sobre las actividades criminales de las células del cártel Arellano Félix y proporcionaron información sobre funcionarios, policías y delincuentes a su servicio, “
La actitud del detenido, dicen quienes estuvieron cerca, era más de sorpresa y temor ante su detención. No lo creía.
Se presume que a Filiberto Parra Ramos lo pusieron para su captura. Prácticamente lo entregaron. La aprehensión por parte de municipales apoyados por militares, no fue producto de una investigación, aun cuando le fueron armando un expediente y en varias ocasiones en el pasado inmediato, estuvieron a punto de detenerlo.
Una llamada ciudadana alertó a
Hasta allá se trasladaron dos unidades operativas de
No encontraron a la persona señalada. Tampoco la camioneta Murano de reciente modelo con placas de Baja California en la que habían denunciado, se trasladaba Parra Ramos. En ese momento, se activó un operativo especial. Con las características del automóvil en cuestión, se dio la orden de localizarlo en la ciudad.
Así lo identificaron en la salida de Playas, luego sobre el libramiento Rosas Magallón y de ahí a la carretera Internacional para ingresar a la zona Río. A los oficiales se les perdió la unidad. No le siguieron más el rastro, hasta dos horas después. Cuando identificaron el automóvil y sus ocupantes en el gimnasio Total Fitness en pleno Paseo Sánchez Taboada. Sólo que cuando acudieron a las instalaciones deportivas, observaron que el carro era equivocado.
Alrededor de las seis de la tarde un reporte ubicó a Filiberto Parra Ramos en el estacionamiento del centro comercial Soriana enclavado en la esquina formada por la rampa al aeropuerto y la rampa a la colonia Ruiz Cortínez.
Conducido por Parra, el carro ingresó al estacionamiento y se acomodó en la parte media del inmueble. Minutos después llegó otro hombre que entabló plática con otros ocupantes de
Cuando los delincuentes vieron llegar los pick ups blancos de la autoridad se bajaron de la camioneta. “
Para ese momento el operativo que llevaba casi tres horas, ya estaba encabezado por el Secretario de Seguridad Pública, Julián Leyzaola, quien descendió de uno de los autos para comprobar si el hombre efectivamente era el sicario.
El teniente coronel le pidió su identificación; Parra Ramos le entregó una licencia. En el documento oficial con su fotografía se leía el nombre de Jorge Luis Hernández. Hablaron al sistema de seguridad para buscar antecedentes penales y no salió nada. Era un nombre falso. El señalado por
Ni el presunto sicario ni sus dos acompañantes portaban armas. Tampoco droga, pero como había una denuncia ciudadana, y “Jorge Luis” se parecía mucho a las fotos conocidas de “
Los municipales del grupo operativo todavía estaban en el estacionamiento intentando corroborar la identidad del hombre. No habían pasado ni cinco minutos del arribo de las unidades, cuando éstos recibieron un llamado de la autoridad superior preguntándoles si habían detenido a “
Ante tal evidencia, Parra Ramos fue trasladado a las instalaciones de
Filiberto Parra Ramos ya estaba con los militares.
La tregua y los desencuentros
De los pocos detalles que ofreció Filiberto Parra Ramos durante su cautiverio en Tijuana, fue que la célula de Teodoro García Simental acordó una tregua con el cártel de los Arellano Félix a cargo de Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero”. Que después del enfrentamiento que sostuvieron durante prácticamente cuatro meses, se desestabilizaron económicamente y perdieron muchos elementos.
Que el acuerdo fue de no agresión y de respeto de las áreas para delinquir dentro de la ciudad. Lo mismo de los delitos a cometer. Trasiego de droga, secuestro y robo de vehículos.
Fuentes extraoficiales en Baja California y
Confiaron los de inteligencia, que a Villarreal no le pareció justo. Y ahí inició otro distanciamiento con el grupo de García Simental. Éste, aseguran, puede ser uno de los elementos que llevaron a la captura de Filiberto Parra Ramos, quien suponen, pudo ser entregado por adversarios en una célula criminal.
Las investigaciones
A pesar de las declaraciones públicas del procurador de Baja California, Rommel Moreno Manjarrez, diciendo que Parra Ramos no tiene asuntos pendientes en el Estado, la realidad es que el sicario sí tiene investigaciones abiertas por secuestro.
De hecho así lo había informado la propia autoridad estatal ante el Consejo Coordinador Empresarial de Tijuana en mayo 2009. Bajo ese argumento, la fotografía de “
Por otro lado, Filiberto Parra Ramos es requerido por
Las fugas
A Parra Ramos su detención lo tomó por sorpresa. Era conocido, entre los mismos policías, los arreglos que tenía en todas las corporaciones para no ser detenido. O para que le permitieran fugarse. Por ello el 10 de junio no manifestó temor, y encaró a sus captores sin saber que esta vez, sería aprehendido.
Informaron los investigadores que los confundió con Policías Federales y hasta orden de retirarse les dio. Justificaron: Su exceso de confianza estaba fundamentado. Informes recientes indican que miembros de
Explicaron que al llegar al lugar mencionado, se desarrollaba una reunión social. Que los recibieron a tiros y que al detener a las personas “hombres y mujeres” “
Sin embargo
Al empatar los dos reportes oficiales, los investigadores concluyeron que los agentes federales habían dejado ir a Bernal. A quien más tarde en inteligencia militar identificarían como compadre y cómplice de “
Pero esa del 29 de mayo no fue la primera vez que Filiberto Parra Ramos tuvo elementos para huir de la justicia. Antes, el jueves 22 de enero, cabezas delictivas de diferentes células del grupo de Teodoro García Simental, estaban de juerga en el hotel Baja Seasons en la carretera a Ensenada, Parra Ramos era uno de ellos.
Ciudadanos temerosos al ver hombres armados, aparentemente drogados, circulando y echando pleito en las inmediaciones del centro vacacional, reportaron al 066 la amenazadora presencia; el Ejército respondió a la denuncia pero al llegar sólo encontró a Santiago Meza López “El Pozolero”. Estaba demasiado intoxicado para huir.
El resto de los criminales huyó luego que, informaron, agentes federales les alertaron de la llegada de los Militares y les ayudaron a escapar, según relataron testigos de estos hechos. Razón por la cual dos jefes de
Una semana después, el jueves 29 de enero, nuevamente ciudadanos denunciaron que en el poblado de San Antonio de las Minas en el Valle de Guadalupe, circulaba un comando criminal. Informaron que en el grupo iban Raydel López Uriarte y Filiberto Parra Ramos. El Ejército se enfiló al lugar y pidió apoyo de la policía federal que estaba más cerca.
Pero cuando los soldados se presentaron en el lugar, en menos de cinco minutos, los maleantes habían escapado por las brechas de
La tercera vez que Parra Ramos evadió la justicia este año, fue el 1 de febrero de 2009. De nuevo una llamada alertó de la celebración de una fiesta norteña en una casa localizada en
Cuando llegó el Ejército sólo encontró a unas mujeres asustadas acompañadas de tres delincuentes quienes admitieron que Filiberto Parra Ramos “
Federales le habían informado que los militares iban en camino.
Otra más: La tercera semana de mayo 2009, Parra Ramos fue visto en una taquería de la zona norte en Tijuana, los agentes de seguridad que lo identificaron, pertenecían al equipo de seguridad del alcalde Jorge Ramos, sacaron a su jefe de la zona para resguardarlo, pero ni ellos ni sus jefes informaron la ubicación a ningún otro cuerpo policiaco, obstruyendo así una posible y previa captura, la cual fue concretada esta semana precisamente por otros policías municipales.
Durante 2008 existen dos antecedentes de presuntas fugas, una del 17 de enero de 2008, luego de la balacera que durante tres horas ocurrió en la casa de
Por la frecuencia de radio un sujeto identificado como Parra aseguraba que se había escapado y que era la cuarta vez. Después, este joven criminal fue personalmente a un lugar donde graban los grupos de música norteña, no había pasado ni una semana de los hechos, entregó una hoja con la letra del corrido de
En el corrido dice que la balacera fue protagonizada por “era gente del Tres Letras por
La advertencia final fue: “No se metan con
Una fuga previa fue contemplada por las autoridades de los tres niveles de gobierno, en junio de 2008 cuando intentaron apresarlo acompañado al “Muletas” en un bautizo celebrado en el salón social “El Travieso” en la colonia Herrera de Tijuana, ahí 57 personas fueron detenidas y 32 posteriormente liberadas.
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