sábado, septiembre 26, 2009

EL JEFE DE SICARIOS DEL CHAPO

UN EX MILITAR, EL BRAZO EJECUTOR DE LA RUPTURA ENLA FEDERACIÓN

El homicidio del ‘Niño de Oro’ marcó la fractura de la alianza entre el Cártel de Juárez y el de Sinaloa

El ejecutor del cártel de Sinaloa es un temible desertor del Ejército y ha creado su escuadrón de Halcones adiestrados en táctica castrense y uso de armas de grueso calibre, para enfrentar a Los Zetas, sus acérrimos enemigos del Golfo

EN LA ÉLITE DEL NARCOTRÁFICO

En marzo de 2005 apareció un cartel con tres fotos del ‘Chapo’ e imágenes de 35 de sus pistoleros -el primero de ellos, de izquierda a derecha, es Aponte-, el encargado de la operación que acabó con la vida del ‘Niño de Oro’.


Lo que más atrajo la atención de aquel funeral fue la dimensión del ataúd: era matrimonial, construido en caoba, con acabados en herrería de oro y estaba cubierto con una corona en forma de corazón hecha de rosas.

En ese féretro iban el cuerpo de Rodolfo Carrillo Fuentes y el de su esposa; ambos habían sido ejecutados por un comando en el estacionamiento del centro comercial Cinépolis en Culiacán, el 11 de septiembre de 2004.

El encargado de la operación que acabó con la vida del llamado Niño de Oro -hermano del fallecido Señor de los Cielos, Amado Carrillo-, su mujer y seis personas más -entre ellas un lavacoches- era un oficial de infantería desertor del Ejército, quien a partir de esa fecha se volvió célebre en el mundo de los sicarios por discreto, eficaz y por haber realizado el ataque con el que su jefe, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, reventó su relación con los Carrillo.

Tras el sepelio efectuado en la finca de la familia en Navolato, Sinaloa, Vicente Carrillo Fuentes, heredero del clan que encabeza el Cártel de Juárez, ordenó investigar quién realizó la operación.

Días después, la Policía Ministerial del estado consideró la ejecución de tres personas como la respuesta a la muerte del más pequeño de los Carrillo.

Era el inicio de la fractura en la llamada Federación, que integraban capos de las organizaciones de Juárez y Sinaloa. Meses más tarde, la Procuraduría General de la República (PGR) reveló que quien iba al frente del comando que atentó contra "Rodolfillo" era el jefe de seguridad de ‘El Chapo’, un militar llamado Manuel Alejandro Aponte Gómez.

A este teniente desertor la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) le perdió la pista oficialmente el 8 de mayo de 2004, cuando ya no se presentó a la Dirección de Infantería, donde se encontraba "a disposición" desde el año anterior, tras haber estado sujeto a juicio en los tribunales castrenses.

APONTE ‘EL BRAVO’

* Su rostro se conoció a principios de marzo de 2005, cuando en la página delatealnarco.com apareció en un cartel entre pistoleros de "El Chapo".

* "Killer" de la llamada Federación con jerarquía similar a la de Gustavo Inzunza Inzunza y con Édgar Valdez Villarreal.

* Fundador. Creó al grupo Los Halcones y adiestró en el uso de bazukas, morteros, lanzagranadas y armas de infantería ligera.

* Genio. Como alumno fue buen estudiante, pero no era brillante y tenía dotes para el manejo de las armas, estudió a fondo libros de formación de oficiales.

UN DESERTOR "DISCRETO"


Le apodan ‘El Bravo’ y su rostro se conoció a principios de marzo del 2005, cuando en una página de internet llamada delatealnarco.com apareció un cartel con tres fotos del Chapo e imágenes de 35 de sus pistoleros -el primero de ellos, de izquierda a derecha, es Aponte-, en el cual se ofrecían 5 millones de dólares por información que llevara a la captura del capo del llamado Cártel de Sinaloa.

Varios de los personajes que ahí aparecen, de acuerdo con fuentes castrenses, estarían enfrascados en la disputa territorial por Chihuahua contra sus antiguos aliados de Juárez, donde en las últimas semanas se han registrado más de un centenar de ejecuciones.

En varios blogs dedicados a recopilar información sobre el narcotráfico en México, Aponte Gómez está identificado como uno de los killers de la llamada Federación y, por ser el jefe de los sicarios del Chapo, se le compara en jerarquía con Gustavo Inzunza Inzunza, ‘El Macho Prieto’, jefe de seguridad de Ismael ‘El Mayo’ Zambada y con Édgar Valdez Villarreal, ‘La Barbie’, máximo responsable de los pistoleros de Arturo Beltrán Leyva.

APONTE, EL CREADOR DE LOS HALCONES

En los últimos tres años, en diversos medios de comunicación se difundió que fue el creador de un grupo llamado Los Halcones, a quienes adiestró en el uso de bazukas, morteros, lanzagranadas y diversas armas que se usan en la infantería ligera; este equipo, según las autoridades, lo ha utilizado para combatir a Los Zetas del cártel del Golfo.

El radio donde se resguardó en los últimos años se ubica en la zona serrana del llamado triángulo dorado, que abarca las montañas que unen Sinaloa, Durango y Chihuahua.

Oriundo de Chilpancingo, Guerrero, Aponte Gómez es de la antigüedad 1993 del Colegio Militar.

Como alumno, cuentan algunos de sus contemporáneos que siguen en la milicia y que por estas fechas poseen rangos entre capitán y mayor, fue buen estudiante pero no era brillante.

Tenía dote para el manejo de las armas y estudió a fondo varios libros que se llevan en los tres años del curso de formación de oficiales, como el conocido como MOC (Manual de Operaciones en Campaña), y al egresar obtuvo calificaciones sobresalientes en el manejo de grupos de comando.

Cuando se graduó como subteniente en 1996, quedó encuadrado en una de las unidades de infantería destacadas en labores de combate al narcotráfico. En los siguientes cinco años estuvo de servicio en filas hasta que en 2001 hizo un paréntesis que, a decir de quienes lo conocieron, cambió su vida, ya que tomó sus primeros cursos especiales como oficial en servicio.

Ese paréntesis, que duró cuatro meses (de diciembre a marzo de 2001), es "información reservada" para la Secretaría de la Defensa Nacional, según lo dictaminó el pasado 27 de febrero, cuando respondió a una solicitud de acceso a la información respecto a la hoja de servicios del teniente desertor que hoy está considerado por la PGR como jefe de sicarios del ‘Chapo’ Guzmán.

Debido a esta reserva, como lo ha determinado también en resoluciones anteriores en el caso de los efectivos que defeccionaron del Ejército para unirse al cártel del Golfo y formar la banda paramilitar conocida como Los Zetas, no se pudo confirmar si durante estos meses Aponte Gómez realizó el curso de GAFE (Grupos Aeromóviles de Fuerzas Especiales), pues este lapso coincide con lo que dura el entrenamiento.

Lo que la Sedena ya no reservó fue la ruta del teniente en los siguientes años; a partir del 2001 y hasta abril de 2003, estuvo adscrito a la Séptima Compañía de Infantería No Encuadrada (grupos conocidos en el medio castrense por su abreviatura como CINE), un tipo de unidades de no más 200 efectivos que se mueven de poblado en poblado en zonas rurales del país.

De acuerdo con documentos de la dependencia, la séptima compañía estuvo por esos años de campaña en el poblado serrano de Badiraguato, Sinaloa, en una de cuyas comunidades nació ‘El Chapo’.

En su contestación, la dependencia no precisa las causas por las que el oficial fue procesado a partir de esa fecha y, debido a que estuvo en el llamado "grupo de sueltos", como se conoce a los militares procesados pero que permanecen en libertad, pudo ser una falta no tan grave la que ameritara su juicio.

En agosto del 2003 concluyó su litigio y fue a dar a "la banca" en la Dirección de Infantería, como se le llama en el medio militar al no tener comisión y "estar a disposición" del arma a la que se pertenece.

Fue catalogado como desertor en mayo del 2004 y, meses más tarde, reapareció al frente del comando que actuó contra el clan de los Carrillo Fuentes.

Aponte Gómez fue uno de los 107 mil 178 militares que desertaron del Ejército y Fuerza Aérea durante el sexenio de Vicente Fox. La cifra proporcionada por el general Guillermo Galván, titular de la Defensa Nacional, fue uno de los argumentos que expuso el año pasado en su primera comparecencia ante la comisión del ramo en la Cámara de Diputados cuando anunció que se enviaría una iniciativa para reformar el Código de Justicia Militar y castigar de manera más severa la deserción y el involucramiento de oficiales con el crimen organizado.

De aprobarse las reformas, esta conducta podría ser catalogada como "traición" y alcanzar penalidades que irían de 30 a 60 años de prisión.

El pasado 3 de marzo, la Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados dio a conocer una reunión de trabajo de legisladores con el secretario efectuada el 27 de febrero, en la que se refirió a la pertinencia de aprobar, en este periodo de sesiones, las reformas que buscan actualizar la legislación contra los desertores.

FUENTE: CORREO-GTO.COM.MX


LOS ALEGRES DEL BARRANCO-EL BRAVO

3 comentarios:

Unknown dijo...

aqriva el chpo guzman a la verga los demas pinches "Z" vale vergas desde "FONTANA CALIFAS"

Unknown dijo...

Puro guerrero aguevo

La loca 21 dijo...

El chapo el gran señor

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