martes, marzo 30, 2010

FEDERALES CAPTURAN A DELINCUENTES

LA ALIANZA DE LOS CARTELES

Los cárteles del Golfo, de Sinaloa y `La Familia Michoacana´, tres de los cárteles más importantes en México, pactan una alianza estratégica contra Los Zetas, de acuerdo con informes de agencias estadunidenses, incluida la DEA.

De acuerdo a información publicada por el diario Milenio, en los reportes se señala que estas tres agrupaciones delictivas tienen “enfrentamientos diarios con Los Zetas, cuya finalidad es arrebatarles viarias rutas y zonas de poder en el norte México”.

En tanto, la consultora privada Stratfor explica en un informe los motivos por los cuales se están reacomodando las organizaciones del narcotráfico mexicanas:

“Tanto el cártel de Sinaloa como `La Familia Michoacana´ tienen un profundo odio hacia Los Zetas y, por ende, un interés comercial y estratégico en la obtención de influencia sobre el tráfico de drogas en la frontera norte, en especial en el estado de Tamaulipas, uno de los puntos mas importante para la entrada de bienes legítimos a Estados Unidos.”

En cuanto a la organización de Los Zetas, los informes detallan que esta banda criminal ha reforzado su alianza con estructuras como los hermanos Beltrán Leyva y el cártel de Juárez.

Pese a lo anterior, Stratfor señala que “ninguna de estas últimas organizaciones ha sido capaz de ofrecer la ayuda suficiente a Los Zetas, debido a que la organización de los hermanos Beltrán Leyva se encuentra en proceso de reconstrucción tras la muerte de su líder, Arturo Beltrán Leyva, El jefe de jefes, mientras el cártel de Juárez está empantanado tratando de defender su territorio, debido a la lucha con el cártel de Sinaloa”


LOS ARMADILLOS DEL NORTE-LA ALIANZA


EL REGRESO DE LA QUINTA COLUMNA

Sus mensajes los transmiten por diferentes vías con el común denominador de que casi siempre aparecen por la mañana, con lo que establecen el primer objetivo: que los medios de comunicación los difundan a lo largo del día. Puede tratarse de hombres decapitados, cuerpos acribillados con mensajes escritos ó mantas con recados muy específicos. Esta estrategia que utilizan los grupos armados de la delincuencia organizada –teniendo como precursores a la banda paramilitar autodenominada los Zetas –forma parte de las operaciones sicológicas contempladas dentro del manual del guerra irregular editado por la Escuela de las Américas del ejército de los Estados Unidos, una guía que marcó época en Latinoamérica durante los años de combate a las guerrillas comunistas.

Las operaciones sicológicas, según el texto, “incluyen el uso planeado de propaganda y otras medidas para influir en las opiniones, emociones, actitudes y comportamientos” de los grupos a los que se quiere disuadir. Su finalidad es “cumplir con éxito” las misiones armadas ó de defensa cuando se hace frente a un acontecimiento. El propósito se logra cuando estos grupos emplean “los principios y los métodos de las operaciones sicológicas con el fin de disminuir o explotar –según sea apropiado –las consecuencias y efectos sicológicos potenciales o reales que causan las operaciones tácticas en la población en general”. Pueden presentarse como amenazas de bomba, bloqueo de caminos, rumores sobre ataques ó atentados, historias inverosímiles sobre algún acontecimiento que hacen pasar por real y difunde algún medio de comunicación regional. A esta parte de la estrategia de propaganda se le conoció durante la Guerra Civil española como “la quinta columna”, y era el conjunto de mensajes que se difundían para “confundir, atemorizar, ó replegar al enemigo”.

El frente de batalla de la “quinta columna” se ha agudizado en lo que va del año 2010 en diferentes partes del país. Pocos son los días en que no se difunda algún mensaje con destinario incluido que tenga que ver con este tipo de operaciones sicológicas. La propaganda del crimen organizado logró en Torreón hace cosa de un mes y medio, atemorizar a la población para que durante varios fines de semana se guardara en sus casas ante “el inminente ataque” de un grupo armado. Operaciones similares se han reportado en poblaciones del estado de Veracruz, como Tierra Blanca, donde el temor se ha apoderado de la comunidad de tal forma que se ha reportado de un tiempo a la fecha un virtual “toque de queda” autoimpuesto entre la mayoría de habitantes. Hace pocos días un “golpe mediático” exhibió la lentitud y falta de información de inteligencia del ejército para adelantarse a una operación de propaganda, cuando bandas vinculadas al narcotráfico bloquearon varias arterias, caminos y avenidas que comunican Monterrey.


Ante el incremento de la exposición mediática de las tropas, la secretaría de la Defensa Nacional comenzó hace unas semanas una estrategia propagandística con mensajes dirigidos a la población civil sobre el valor y cercanía que representa las fuerzas armadas para el país. Uno de estos mensajes los exhibe una cadena de cines propietaria de un número importante de salas ubicadas en los principales circuitos de plazas y centros comerciales en la capital y el resto del país. Comandantes de regionales, como el general de división Guillermo Moreno Serrano, titular de la cuarta región que comprende los estados de Tamaulipas y Nuevo León, han tenido que salir a encarar a los medios de comunicación para intentar “paliar los daños” ante la exposición pública de los “errores” de días recientes, como el que costó la vida a dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey, durante un choque armado que devino en un costo muy alto en la imagen pública de la institución, la cual aun tiene la mayoría de confianza ciudadana en esta parte del país, contrario a lo que ocurre en otros estados como Sinaloa, Guerrero ó Chihuahua.

Los grupos de la delincuencia organizada que protagonizaron las últimas acciones propagandísticas en Nuevo León, no pudieron haber actuado si antes no contaban con lo que el manual de guerra irregular llama “el inventario básico de la inteligencia sobre un área y situación específicos”, el cual se deriva de los estudios del terreno complementados con la inteligencia operacional recopilada entre policías locales, choferes de servicio público, comerciantes y habitantes seleccionados con antelación por su conocimiento de la zona.

El “frente de batalla” de lo que se conoce como “quinta columna” ha tenido operaciones de inteligencia donde se ha medido la capacidad de respuesta y reacción de las fuerzas del orden. No en balde a las pocas horas de que se registraron los bloqueos en la capital regia, el ejército informó al gobernador Rodrigo Medina de la colusión de varios policías del estado en la operación, lo que devino en su cese inmediato. Para varios militares consultados en días pasados, con experiencia de mando de tropas, lo que ha quedado claro es que el crimen organizado tiene una estrategia definida para cada situación y conocen muy bien el terreno donde se mueve. Esto ha repercutido en que sus operaciones tácticas adapten los temas sicológicos como parte del plan de difusión efectiva de mensajes, algo que le ha fallado al ejército. Y como ejemplo, añaden, fue lo que ocurrió en Guerrero durante el fin de semana largo con motivo del puente del 21 de marzo, cuando en 48 horas se desató una cacería de personas que copó las planas de los periódicos como un acción catalogada como “ofensiva” para posicionar a un grupo de la delincuencia organizada. El núcleo de la propaganda versó sobre la advertencia dejada en algunos de las tres docenas de cuerpos asesinados, contra quienes daban apoyo al grupo rival. Esto llevó a las autoridades locales a advertir de que las acciones violentas “ya se esperaban” como parte de las disputas entre el grupo que busca hacerse con el control del puerto de Acapulco.

Por lo pronto en el escenario de las disputas territoriales entre los grupos antagónicos del narcotráfico, el regreso de la “quinta columna” aparece como un frente donde los mandos del ejército han comenzado a reaccionar.

EJECENTRAL.COM.MX









NAZARIO MORENO GONZALEZ


NAZARIO MORENO GONZALEZ

“EL CHAYO” “EL DULCE” O “EL MAS LOCO”


Líder "espiritual" del Cártel La Familia Michoacana dedicada al trasiego de drogas, extorsión, piratería, fabricación de drogas sintéticas, cooptación de funcionarios y otras actividades ilícitas principalmente en los estados de Michoacán, guerrero y Estado de México.

Autodenominado como el salvador de su pueblo. Se dice que su aspecto nada tiene que ver con la imagen de un clásico narcotraficante, no lleva joyas, no tiene un gigantesco bigote, ni usa botas de serpiente o cosas de esas de las que se podría esperar de un capo. Más bien su aspecto es el de un maestro rural.

Es el creador del evangelio de la familia Michoacana y tiene como política para los nuevos reclutas que se les proporcione y explique la Biblia de la organización que contiene los principios que rigen al cártel.


CONFLICTOS ENTRE LAS FUERZAS DEL ORDEN

miércoles, marzo 24, 2010

MARIANA SKIERES

Modelo brasileña nacida en Chamada Calhetas en el interior de São Paulo Brasil. Se ha desempeñado en programas televisivos Brasileños, desfiles y comerciales. Ha posado en revistas para caballeros con gran aceptación.


JOSÉ DE JESÚS MÉNDEZ VARGAS

JOSÉ DE JESÚS MÉNDEZ VARGAS

“ EL CHANGO MENDEZ” “EL CHANGO” o “EL CHAMULA”


Considerado como uno de los dos jefes del Cártel de Michoacán. Es el lider combativo de la familia Michoacana, en algún tiempo trabajo con el Cártel del Golfo. Estados Unidos lo requiere como responsable de contrabandear grandes cargamentos de metanfetaminas y cocaína a ese país. Cuenta con su grupo de escoltas llamados los doce apostoles.


OPERATIVO CONJUNTO MICHOACAN

El Operativo Conjunto Michoacán es un operativo de carácter federal y de colaboración por parte de elementos policiales, militares y de inteligencia de la Policía Federal Preventiva (PFP), la Agencia Federal de Investigación (AFI), el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), la Armada de México, el Ejército Mexicano y la Fuerza Aérea Mexicana (FAM); bajo la supervisión administrativa de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF), la Procuraduría General de la República (PGR), la Secretaría de Gobernación (SEGOB), la Secretaría de Marina (SEMAR) y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) respectivamente; iniciado el 11 de diciembre de 2006, con la intención de erradicar los plantíos de enervantes y combatir el narcotráfico, por cielo, mar y tierra en todo el estado de Michoacán, México. En algunas ocasiones, se integraron fuerzas policiales estatales y municipales al operativo conjunto; para dar un apoyo al combate, a pesar de no formar parte del mismo.

El operativo conjunto se ha distinguido por ser uno de los operativos en contra de la delincuencia organizada, en este caso el narcotráfico, donde se ha empleado el mayor número de elementos militares y policiales; así como la mayor parte de las fuerzas del Estado.






ELLEN CARDOSO

FRACASO EN LA GUERRA VS NARCOTRAFICO

Dos hechos ocurridos recientemente en la frontera de México con los Estados Unidos están produciendo un cambio importante en la opinión pública estadounidense y, por lo tanto, en las políticas frente al narcotráfico en la región transfronteriza: por un lado, los carteles mexicanos están generando complicidad en las autoridades estadounidenses, al extremo de que el FBI considera que los agentes federales ubicados en la frontera con México son una "amenaza real para la seguridad nacional". Solo el año pasado, se realizaron más de 100 detenciones y más de 130 policías estatales y federales fueron procesados por actividades ilícitas en la frontera. Entre 2008 y 2009, fueron detectados más de 400 funcionarios infiltrados.

Y, por otro lado, el domingo 14 de marzo pasado, se produjo el ajusticiamiento de tres funcionarios del consulado de los Estados Unidos en Ciudad Juárez -dos estadounidenses y un mexicano-, que se suman a los 5 500 homicidios vinculados al narcotráfico que se han producido en esta zona desde que Felipe Calderón asumió la Presidencia de México. En toda la República mexicana, han fallecido más de 18 mil personas en el mismo período y por la misma causa.

En México y en los Estados Unidos, se cuestiona con fuerza la política implementada en la frontera, al extremo de que el diario The Wall Street Journal afirmó el jueves último que la política desarrollada por el presidente de México, Felipe Calderón, en Ciudad Juárez ha sido un verdadero fracaso.

El Washington Post afirma que "para el Gobierno democrático de Felipe Calderón, esta se ha convertido en una lucha por la sobrevivencia -una guerra tan sangrienta y tan importante (para los Estados Unidos) como las que se luchan en Iraq, Afganistán o Pakistán".

Y en el caso de México, influyentes diarios como Excelsior, Milenio y La Jornada, entre otros, también cuestionan con fuerza y rigor la política impulsada. Es más, el periódico El Universal señala que estas acciones han "puesto a prueba la estrategia antidrogas del presidente Calderón e, incluso, su Presidencia".

Estas expresiones de violencia y las reacciones de los medios de comunicación muestran el verdadero fracaso del denominado Plan Mérida, impulsado por los Estados Unidos para México, el Caribe y Centro América; que -de alguna manera- es la continuidad del Plan Colombia y el Plan Patriota para Colombia. El Plan Mérida suponía una erogación de $500 millones anuales para México, $100 millones para Centro América y $50 millones para el Caribe por un lapso de tres años, iniciados desde 2008.

Y la salida a este fracaso -como ocurre con la ortodoxia- se encuentra en el apoyo a la lógica de "más de lo mismo", mediante la prolongación de la Iniciativa Mérida, que es apoyada por los secretarios de Estado, Hillary Clinton, y de Defensa, Robert Gates.

Hoy, el general Victor Renuart, jefe del Comando Norte de los Estados Unidos, considera que la guerra al narcotráfico en México durará de 8 años a 10 años más y que, para que este plazo sea efectivo, Washington debe seguir otorgando capacitación a México, sobre la base del modelo integrado de seguridad pública y militar que se ejecuta en las operaciones desarrolladas en Afganistán e Iraq.

HOY.COM.EC



SOY DE LA SIERRA

FUNCIONARIOS Y NARCOTRAFICO

La Procuraduría General de la República confirmó que fueron 27 los servidores y ex servidores públicos de Michoacán detenidos en el operativo realizado por la Policía Federal Preventiva y el Ejército mexicano.

La dependencia informó que las detenciones se realizaron en cumplimiento de una orden de localización y presentación girada en contra de los detenidos por presuntos vínculos con el crimen organizado.

Entre los aprehendidos destacan la ex secretaria de Seguridad Pública estatal, Citlalli Fernández González, asesora del gobernador Leonel Godoy; 10 presidentes municipales, y Ramón Ponce Ponce, ex subprocurador estatal y coordinador de asesores del procurador general de Justicia de la entidad.

Los detenidos son, además de los diez presidentes municipales, el coordinador de asesores del procurador, Ramón Ponce Ponce; el director Instituto Estatal de Información Policial, Mario Bautista Ramírez, y el jefe de agentes de la Dirección de Gobernación Estatal, Juan Gaona Gómez.

En el grupo también están los directores de Seguridad Pública Municipal de Arteaga y Tumbiscatio, Victorino Jacobo Pérez y Roberto Rubio Vázquez; dos jefas de grupo de la Policía Ministerial de Morelia, Gabriel Amata Chávez e Irlanda Sánchez Román, así como el encargado de la Comandancia de Lázaro Cárdenas, José Lino Zamora Hernández.

Entre los detenidos figuran agentes de Seguridad Pública municipal y Jaime Liera Álvarez, juez de primera instancia en La Piedad y ex subprocurador de justicia.

ELUNIVERSAL.COM.MX




LA FAMILIA LO CONTROLA TODO


lunes, marzo 22, 2010

TANGA AZUL

domingo, marzo 21, 2010

ENRIQUE PLANCARTE SOLÍS


ENRIQUE PLANCARTE SOLÍS

LA CHIVA” O “EL KIKE”


Catalogado como una de los hombres importantes en la cúpula de la Familia michoacana, se encuentra al mismo nivel que Servando Gómez Martínez “la Tuta” y junto con este dieron la instrucción de atacar a la policía federal por las acciones que a últimas fechas había tomado el gobierno en contra del Cártel. Es buscado por el gobierno de estados como uno de los principales introductores de “Ice” a ese país.

RECORDANDO MICHOACAN

LOS BUITRES DE SINALOA Y EL COMMANDER...

LA FAMILIA CASTIGA Y EXHIBE A LADRONES

La guerra contra el narcotráfico en el país mostró una nueva faceta en Zamora, Michoacán, donde la organización criminal La Familia exhibió dos veces a presuntos delincuentes del fuero común que fueron torturados, flagelados con alambres de púas en la espalda, además de ser sometidos a tablazos y latigazos.

Con mensajes escritos en cartulinas blancas, en los que aceptan sus actividades delictivas, a las 14 horas del jueves pasado seis jóvenes fueron obligados a caminar durante varios minutos y en silencio alrededor de la glorieta 5 de Mayo, que se ubica en el cruce de la calzada Zamora-Jacona con la avenida Virrey de Mendoza.

En las cartulinas que portaban los presuntos maleantes estaba escrito: “Rateros Vamos por Ustedes Ojo”. “Sociedad, estamos limpiando tu ciudad, no nos señales, atentamente La Familia”. “Soy rata y por ello La Familia me castigó”. Otra más con el mensaje: “Esto es para todos los rateros y recatos, atentamente La Familia Michoacana”.

Ante el asombro e incredulidad de un gran número de personas, automovilistas y vecinos de la zona, la escena se repitió en al menos dos ocasiones. La primera a las 14:00 horas y la segunda cerca de las 21:30 horas.

Los presuntos hampones fueron obligados a caminar con la cabeza y la cara cubierta con sus propias ropas y a mostrar el torso descubierto, con moretones y huellas de haber sido azotados y lacerados. Parcialmente se les notaron los glúteos lastimados.

En algunas cartulinas eran señalados como delincuentes y éstas hacían notar que esa demostración pública era una advertencia sobre una “limpia de delincuentes” en la localidad.

Rechazan presentar denuncia

Alertados sobre la singular exhibición, hasta ese lugar llegó personal de la Dirección de Policía y Tránsito Municipal, pero los sujetos flagelados se negaron a proporcionar sus nombres y a denunciar a sus torturadores.

También, en todo momento se negaron a recibir atención de los paramédicos de la Cruz Roja que acudieron para tratar de atenderlos y que les insistieron en llevarlos a un hospital.

Igualmente rechazaron a responder las preguntas de los representantes de los medios de comunicación que trataron de entrevistarlos y unos cinco minutos después se retiraron.

Alrededor de las 21:30 horas, otro tres sujetos con similares huellas de laceración llegaron hasta la misma glorieta para realizar su caminata de castigo.

Ante los sorprendidos transeúntes, dieron vueltas por más de 30 minutos, en medio de un total hermetismo y sin atender a las preguntas de quienes se acercaron para hablar con ellos.

Estos individuos también mostraban cartulinas con leyendas que afirmaban: “Esto va para todos los lacras. La Familia está presente, sociedad, no nos juzgues, estamos limpiando su ciudad”.

En otra más se leía: “El que avisa no es traicionero, ojo ratas”.

EL UNIVERSAL.COM.MX


NICANDRO BARRERA MEDRANO


NICANDRO BARRERA MEDRANO

“CHAPARRO” “CHATO” “EL NICA” “NICO” O “NICE”


Lugarteniente de la familia michoacana y catalogado por los estados unidos como uno de los miembros mas importantes en la estructura criminal de La Familia michoacana a quien Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) implemento la incautación de bienes en territorio estadounidense asi como la extencion de la medida a la compañía de transporte “Transportadora Purepecha S.A. de C.V.” por ser propiedad de medrano.

BAILE EN CASA

BALACERA EN ARCELIA

JESÚS LARIOS SANDOVAL


JESÚS LARIOS SANDOVAL

“EL KIKO”

Larios Sandoval, de 41 años, originario de Apatzingán, Michoacán, inició su carrera delictiva a los 17 años, edad en la que se trasladó a California, Estados Unidos, donde presuntamente distribuía pequeñas dosis de cocaína. Durante su adolescencia conoció a Nazario Moreno González, alias El Chayo, Enrique Plancarte Solís, alias Kike Plancarte y a Ramón Moreno Madrigal, alias El Llavero, con quienes compartió actividades escolares. Luego de una estancia de casi 12 años en California, El Kiko se trasladó al estado de Texas, donde trabajaba en un taller mecánico y a la vez era el presunto encargado de recibir y adquirir diversos cargamentos de cocaína y de la droga conocida como 'Ice'. En estas actividades ilícitas estaba vinculado con Enrique Plancarte Solís, alias Kike Plancarte, al servicio de la organización criminal de La Familia Michoacana. También se supo que el enlace entre Kike Plancarte y El Kiko era un sujeto identificado como El Gordito, quien proveía drogas directamente en Texas. En ese estado, El Kiko recibía cargamentos de entre dos y cinco kilos por semana, que posteriormente revendía a bandas callejeras y grupos delictivos, actividades que le dejaban ganancias de entre mil y dos mil dólares por kilogramo. Larios Saldoval cuenta con una orden de extradición en Estados Unidos por su presunta participación en delitos de orden federal. En octubre de 2008, El Kiko regresó a la ciudad de Morelia para dedicarse a la construcción de casas con dinero producto de sus presuntas actividades ilícitas en Estados Unidos.



DETENCION DEL KIKO

Agentes de la Policía Federal detuvieron a Jesús Larios Sandoval, alias El Kiko, acusado de ser el principal contacto de la organización criminal La Familia Michoacana para la distribución de drogas sintéticas y cocaína en Estados Unidos. En un comunicado, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal indicó que este sujeto fue detenido durante una fiesta familiar que se realizaba en la plaza central Copandaro en Morelia, Michoacán.

Derivado del ejercicio de la acción penal realizado por el Fiscal de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Salud de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), el Juez Segundo de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales en el estado de Tamaulipas, libró orden de aprehensión contra Jesús Larios Sandoval (a) “El Kiko”.

Lo anterior, por su probable responsabilidad en la comisión de los delitos de delincuencia organizada, contra la salud en la modalidad de posesión con fines de comercio del psicotrópico denominado metanfetamina y portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea agravado.

Jesús Larios Sandoval fue detenido por elementos de la Policía Federal el 21 de diciembre de 2009, en el poblado de Copándaro de Galeana, Michoacán, en posesión de un arma de fuego, así como un refractario que contenía aproximadamente medio kilo de la droga conocida como “crystal”.

De las investigaciones que realizó el Fiscal de la SIEDO se desprendieron elementos de la presunta colaboración del indiciado con las actividades delictivas de la organización autodenominada “La Familia” desde 2006, fecha en la que empezó a distribuir la droga en el estado de Texas, EUA. Desde octubre de 2008 dejó de realizar esa actividad y regresó a Apatzingán, Michoacán, en donde se dedicaba a vender droga, trabajando directamente bajo las órdenes de Nazario Moreno González (a) “El Chayo” y Enrique Plancarte Solís (a) “El Kike”, líderes de la mencionada organización delictiva.

En cumplimiento al mandamiento judicial, el inculpado fue ingresado en el Centro Federal de Readaptación Social número 2 “Occidente,” ubicado en Guadalajara, Jalisco.

martes, marzo 16, 2010

LA GRAN FAMILIA


RAMÓN MORENO MADRIGAL


RAMÓN MORENO MADRIGAL

"EL LLAVERO"

Identificado como uno de los principales líderes y estrategas de la organización criminal denominada “La Familia Michoacana”. El Llavero es un sujeto que desde hace al menos 15 años figura entre los hombres clave del narcotráfico en México, Estados Unidos y Europa, pero siempre se cuidó para mantenerse en el más bajo perfil, pese a que su labor era eminente. Respondia directamente a las órdenes de su primo hermano Nazario Moreno González, alias “El Chayo”.

Tras la detención de Arnoldo Rueda Medina, alias “La Minsa”, a Moreno Madrigal se le consideró el principal responsable de la operación de laboratorios clandestinos en todo el estado de Michoacán para la producción de drogas sintéticas (ice). Moreno Madrigal es quien fijaba el precio de ésta droga, asimismo supervisa el envío de grandes cargamentos de ice, cocaína, heroína y marihuana, hacia Estados Unidos y Europa.

También Madrigal ordenaba el transporte y acopio de armas de grueso calibre y municiones, planeaba ejecuciones de alto impacto y actos intimidatorios a organizaciones criminales rivales, sus actividades ilícitas incluyen los estados de Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Estado de México y Guerrero.

Dentro de la estructura de la organización de “La Familia Michoacana”, Moreno Madrigal está solamente debajo de Nazario Moreno y de José de Jesús Méndez Vargas, alias el Chango Méndez y al mismo nivel de Enrique Plancarte y Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”.

Moreno Madrigal tiene poco más de medio siglo de vida, pero desde principios de los años 90 ya era una importante pieza y contacto de uno de los grupos de narcotraficantes más importantes, el Cártel del Pacífico, pues trabajaba al lado de Ismael Mayo Zambada, quien a su vez es socio de Joaquín Chapo Guzmán.

Desde entonces, cuando el cártel del Pacífico tenía un importante control del estado de Michoacán, El Llavero viajó a varios países de Europa y prácticamente a todos los estados de la Unión Americana, donde estableció los contactos para el envío de grandes cantidades de drogas.

Al lado del Mayo Zambada aprendió a montar los laboratorios y a procesar la efedrina y todos los demás precursores químicos para la elaboración de las drogas sintéticas, negocio que en la actualidad es el más importante para el financiamiento de las actividades ilícitas de La Familia Michoacana.

Toda esa trayectoria delictiva le valio a Moreno Madrigal escalar en los últimos años las posiciones de poder en la organización criminal, pues aprendió del Chapo lecciones que hoy lo colocaban como el estratega, cerebro financiero, controlador de la producción, exportador y transportista de drogas.

Se decia que este sujeto “tenia un grupo de escoltas de 20 hombres fuertemente armados que se muevian en varios carros al frente y detrás de él”, y es apodado El Llavero porque puede abrir todas las puertas de la organización criminal.

LOS ARMADILLOS DEL NORTE-EL LLAVERO


DETENCION DEL LLAVERO

Ramón Moreno Madrigal El Llavero o El Diablillo o J. Ángel Anguiano Pacheco, presunto integrante de La Familia Michoacana es primo hermano del principal dirigente de esta organización, Nazario Moreno González “El Chayo”; fue detenido por policías federales el 2 de diciembre e internado en el penal federal de máxima seguridad de Occidente, en Jalisco, el 2 de febrero, tras permanecer bajo arraigo. Está acusado de delincuencia organizada y portación de arma de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas. Al momento de su detención se le aseguró un arma larga y un arma corta.

De acuerdo con las investigaciones, El Llavero tenía como función recibir los cargamentos de cocaína provenientes de Colombia, a su arribo al puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán.

La droga era almacenada posteriormente en diferentes lugares, como casas de seguridad o ranchos, ubicados en el municipio de Apatzingán, Michoacán.

La Procuraduría General de la República (PGR) afirma tener indicios de que El llavero presuntamente era el encargado de enviar hacia Estados Unidos, en especial a California y Atlanta, utilizando las fronteras de Tijuana y Sonora, cargamentos de la droga sintética conocida como “ice”.

El “ice” era obtenido de los laboratorios que tenía en conjunto con Miguel Ángel Beraza Villa, La Troca, en diferentes lugares de Michoacán.

En cumplimiento de la orden de aprehensión, Moreno Madrigal, El Llavero o El Diablillo fue ingresado en el Centro Federal de Readaptación Social número 2 “Occidente”, en Guadalajara, Jalisco.

Por motivos de seguridad, la presentacion de esta persona no fue dada a conocer.

martes, marzo 09, 2010

ESCLAVOS DE LOS CÁRTELES

En la Montaña Alta de Guerrero viven algunos de los indígenas más pobres del país, cuya única opción de sobrevivencia es sembrar amapola y producir goma de opio.

Un par de platos desechables cuelgan de los delgados mecates a manera de platillos de una balanza que usa corcholatas como pesas. El rústico instrumento permite a Luz, indígena tlapaneca de 42 años, pesar lo obtenido tras el raspado de cada cápsula de las amapolas que cultivó durante tres meses. Al producto de esta actividad clandestina le llaman “maíz bola” en los pueblos recónditos de la Montaña Alta de Guerrero. En realidad, se trata de la goma de opio que acabará en las calles en forma de heroína.

“Cada corcholata pesa dos gramos”, detalla Luz. Mientras charla, cinco corcholatas logran el equilibrio en la rústica balanza, pues obtuvo 10 gramos de goma. Esta indígena, madre de cuatro mujeres y habitante de una de las comunidades más pobres del país, recibe del intermediario entre 15 y 18 pesos por gramo, nunca más. Ignora que en el mercado menudista de la droga en el Distrito Federal medio gramo de heroína cuesta entre 350 y 700 pesos, dependiendo su pureza.

Familias indígenas que habitan la Montaña de Guerrero sobreviven, en parte, de la siembra de amapola y la venta del “maíz bola”. Aquí no relucen esos camionetones ni los hombres con botas o pesadas esclavas de oro, parte de la parafernalia que la cultura popular considera símbolos de la opulencia del narcotráfico. Lo que se ve son niños descalzos llevando bultos de leña a cuestas, mujeres cabizbajas y hombres de huaraches que miran recelosos a los fuereños.

—¿Por qué siembra amapola?

—No hay trabajo… Cuando no hay dinero, las niñas se van a ofrecer guajolotes, gallinas. A veces vendo maíz, frijol. De esto (la amapola) saco poquito, para el pasaje, para ir a Tlapa, para comer.

Las paradojas de la Montaña

El antropólogo Abel Barrera, quien conoce como pocos la zona y desde hace 14 años dirige el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, dice que “aquí, para sobrevivir, la gente tiene que migrar o sembrar amapola, no hay más”.

La Montaña Alta se distingue en el mapa porque 10 de sus 19 municipios tienen un alto grado de marginación. A su vez, Guerrero destaca porque, según la Procuraduría General de la República (PGR), ocupa el primer lugar nacional en la siembra de amapola. “Es un territorio de paradojas”, señala Abel Barrera.

La década de los 70, expone, fue un momento de cambio. Además de sufrir una fuerte militarización bajo el argumento de combatir a la guerrilla, en la región se desplomó la productividad agrícola y proliferó la siembra de mariguana y amapola, al tiempo que la migración tomó fuerza.

Sobre cómo llegó la amapola, el antropólogo cree que “los jornaleros que migraron a estados como Sinaloa, donde son utilizados como mano de obra barata, tuvieron contacto con la siembra de enervantes”.

Sin embargo, “al final, ellos no han tenido ningún beneficio”, son “los nuevos esclavos del narcotráfico”. Sembrar droga no les ha significado mejorar su nivel de vida, “al contrario, están en mayor riesgo, con más conflictos y criminalizados... Aquí la migración no ha resuelto la pobreza, tampoco lo ha hecho la siembra de enervantes... Sucede lo que siempre con los campesinos: ponen todo su trabajo y lo único que sacan es para comer tortilla con sal”.

Silencios y olvidos

En México, alrededor de 50 mil indígenas de 60 comunidades intervienen en la siembra de drogas, dijo Xavier Abreu Sierra, titular de la Unidad de Coordinación y Enlace de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, durante una conferencia de prensa en Querétaro, el 11 de marzo anterior. La Unidad de Investigación de EL UNIVERSAL le solicitó una entrevista para conocer el fundamento de sus datos. Roberto Pinelo, su secretario particular, respondió que “el narcotráfico no es un tema que competa a la comisión. Y no se hablará del tema”.

Pero en Querétaro, Abreu Sierra sí lo hizo. Según información periodística, aseguró que la mayoría de los indígenas que “voluntariamente” se incorporan a estas actividades habita comunidades de Guerrero y Michoacán. Hay cifras que conviene tener presentes. De acuerdo con el Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social, en Guerrero 70% de la población indígena carece de ingresos suficientes para comprar la canasta básica de alimentos, cubrir gastos de salud, vivienda o vestido, es decir, viven en “pobreza de patrimonio”, como lo denominan los expertos. En Michoacán es 54.5% de dicha población.

En Los Pueblos indígenas de México, editado por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en 2008, el investigador Federico Navarrete Linares escribe que regiones como la sierra Tarahumara, en Chihuahua, y la Montaña de Guerrero “han sido invadidas por el narcotráfico que recluta, en muchos casos, por la fuerza a los indígenas o los orilla a refugiarse en zonas cada vez más agrestes y aisladas para escapara a la violencia”.

Y retrata esta realidad: 45 de cada 100 indígenas ocupados en el sector primario no reciben salario, manteniéndose de lo que producen o intercambian, mientras que 34 de cada 100 perciben menos de un salario mínimo.

Luz comenzó a sembrar amapola hace tres años. “Siembro poquito… quiero hacer una casita de material, pero no alcanza el dinero. Por aquí casi todos siembran… la gente pobre eso hace. ¿Qué va a hacer uno si no hay dinero?”. Su primera semilla la consiguió en un trueque, algo común en la Montaña. “Unos señores me compraron cerveza; me pagaron con semilla”.

Para aprender a sembrarla se contrató como peón. “Me fijaba cómo sembrar, cómo tirar la semilla, cómo deshojar. Tienes que ir con cuidado, porque ahí te resbalas, es la barranca. Ahí iban mujeres, hombres, muchachos de 12 años. Cuando vas de peón, pagan 50 pesos por día”.

Vienen los guachos

Llegar a la casa de Luz no es sencillo. De Tlapa de Comonfort (Guerrero), la ciudad más cercana, se sigue una de las carreteras maltrechas que conduce hacia los rincones de la Montaña Alta. Entre los cerros pelones se miran caseríos y una que otra cosecha de maíz. Hay temporadas, sobre todo entre febrero y marzo, en las que el panorama aparece salpicado de manchones rojizos. Son los cultivos de amapola.

Los guachos —como llaman los indígenas a los soldados— dejaron esta zona de la Montaña hace tres días. “Estuvieron como un mes... Cuando vinieron, que me escapo; me fui con mi primo, allá en otro pueblo... Cortaron todo. Ésta que tengo es la que salió primero”, recuerda Luz.

A unos pasos de su casa, está la barranca donde siembra amapola, sobre una superficie irregular de unos 15 metros cuadrados.

Abel Barrera, de la organización Tlachinollan, señala que la siembra de droga en las comunidades indígenas ha sido un pretexto para militarizar estas regiones, consideradas focos rojos por la existencia de guerrilla. “¿Cómo es que el Ejército tiene una fuerte presencia en la zona e informa que destruye sembradíos, pero continua la siembra y la pobreza?”.

—¿No le da miedo que vengan los guachos y se la lleven? —Luz sonríe.

—Sí, pues. A un muchacho se lo llevaron. Se fue tres años al bote. Ahora ya regresó y no siembra. Se espantó. A lo mejor sí siembra, pero poquito... Dicen que los guachos paran a la gente, le dicen, ‘¿Pa’ qué siembras?‘ Cuando la gente sabe hablar español, responde, ‘Pues pa’ comer... si no estoy robando, estoy trabajando‘. A mí nunca me han cachado.

Aún más aislados

En las cárceles del país hay 598 indígenas condenados por delitos contra la salud, cumpliendo penas que van de 10 a 25 años. La mayoría (209) fueron procesados por transportar droga, sobre todo mariguana; 31 por sembrar mariguana, y dos amapola. Estos últimos son de Chiapas, entidad que ocupa el primer lugar en número de indígenas presos (218), seguido de Oaxaca, Chihuahua, Guerrero, Sonora, Nayarit y Durango, según información de la Unidad Especializada para la Atención de Asuntos Indígenas de la Procuraduría General de la República.

En enero pasado, después de que la Armada de México anunció la detención de nahuas originarios de Aquila (Michoacán) acusados de transportar cocaína, Miguel Catalán Velásquez, de las Organizaciones para el Desarrollo Forestal Sustentable, dijo que “en la sierra no hay ningún trabajo, es por ello que pedimos impulsar proyectos productivos, sobre todo en la parte alta, donde no llegan funcionarios ni servicios”.

Humberto Baltazar lleva más de cinco años recorriendo zonas indígenas del país. Asesorar proyectos productivos en comunidades rurales le ha permitido saber que en regiones indígenas de Sinaloa, Oaxaca y la costa de Michoacán siembran mariguana, en tanto que la sierra Cora, en Nayarit, produce además amapola.

Dice que “estas comunidades quedan aún más aisladas por el narcotráfico”.

Sucede que cuando una comunidad o región indígenas (que ya de por sí se hallan en zonas de difícil acceso) son identificadas por sembrar droga, “las mismas instituciones de gobierno comienzan a dejarlas más aisladas; ya no entran a dar servicios básicos. Los maestros, los doctores, no quieren ir a esos lugares. No hay políticas públicas en esas regiones”. Dejan de llegar también los fideicomisos para apoyar el desarrollo agrícola, completa.

Las manos negras

Luz extiende un paliacate sobre el piso de tierra de su vivienda de adobe con techos de lámina, y deposita la semilla de amapola que ya limpió. “Cuando necesito dinero vendo la semilla a la gente de aquí, a los que siembran”. Una jarra de un litro, llena de semilla, se vende en 200 pesos. También comercia con ollas en el mercado de la ciudad, siembra un poco de maíz (para autoconsumo) y cría pollos. Hace cuatro años se separó de su esposo, algo que muy pocas indígenas consiguen.

Pide a su hija María, de 13 años, que saque el “chapulín”. La niña le entrega un trozo de madera con una punta filosa: es el “rayador” con el que cortan la cápsula de la amapola y extraer la savia.

“A veces le ayudamos a rayar”, platica la adolescente, quien cursa el primer año de secundaria. En la Montaña Alta es común que mujeres, hombres y niños participen en la cosecha del “maíz bola”. El aspecto de sus manos los delatan: la goma ennegrece los dedos.

Xóchitl Gálvez Ruiz dice que recorrió la Montaña de Guerrero siendo titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y que ellos ocupan el eslabón “mal pagado y más expuesto” en la cadena del narcotráfico. “Los indígenas son víctimas del narcotráfico. El Estado mexicano ha fallado. Han sido décadas y décadas de abandono al campo. Ahora ese abandono se está pagando caro”.

—¿Quiénes le compran la goma? –se le pregunta a Luz.

—Unos señores que vienen de otros pueblos. Ellos vienen buscando si hay goma. Cada tres meses vienen y preguntan, ‘¿Tiene guaji’a?

—¿Guaji’a?

—Así le decimos aquí —entre los tlapanecos— a la goma. Así no se enteran los guachos… Cuando vienen a comprarla, los hombres preguntan casa por casa, pero sin hacer mucho ruido.

ELUNIVERSAL.COM.MX


domingo, marzo 07, 2010

JUGANDO VIDEOJUEGO

Cual "pantalla" tiene mejor resolución...

LA FAMILIA MICHOACANA

Conversación radiofónica...





DIONICIO LOYA PLANCARTE

DIONICIO LOYA PLANCARTE

“EL TIO”

Opera como contacto con las autoridades de seguridad pública, procuración de justicia y medios de comunicación; mantiene nexos con actores políticos y electorales.

Depende jerárquicamente de Jesús Méndez, “El Chango”, quien aparece como uno de los “hombres fuertes” de la organización criminal y quien ha extendido las actividades de la banda hacia otros sitios del estado, e incluso rebasando las fronteras de Michoacán.

Desde Apatzingán a Morelia, según las autoridades federales, Loya Plancarte ha creado una zona de influencia, aunque en sus inicios sus zonas de operación se situaron en Lázaro Cárdenas, Arteaga y Aquila. En la actualidad, sus actividades las desarrolla directamente en Morelia.


viernes, marzo 05, 2010

POR QUE NOS BUSCAN AZULES


MIGUEL ANGEL BERAZA VILLA

MIGUEL ANGEL BERAZA VILLA

LA TROCA

Era el lugarteniente de Arnoldo Rueda Medina alias “El Minsa”. Estaba encargado del trasiego de la droga de México hacia Estados Unidos "La Troca" utilizaba las rutas Tijuana-San Diego hacia Los Angeles, y El Paso-Houston, en Texas, hasta Atlanta, y en un mes enviaba hasta media tonelada de "cristal" o "ice".

Una vez que la droga era entregada en Estados Unidos, Miguel Ángel Beraza recibía en efectivo el dinero de los cargamentos y lo entregaba a Nazario Moreno González, alias "El Chayo".

Luego de que la Policía Federal detuviera, el 11 de julio, a Arnoldo Rueda Medina, alias "La Minsa", Enrique Plancarte, alias "el Kike", comenzó a entregarle a Beraza Villa la droga para que fuera comercializada en Estados Unidos.


LOS ARMADILLOS DEL NORTE-LA TROCA


DETENCION DE LA TROCA Y LA CUCHARA

La Policía Federal presentó a Miguel Ángel Beraza Villa, alias "La Troca", integrante de "La Familia Michoacana" y quien presuntamente fungía como el principal introductor de la droga "ice" o cristal a Estados Unidos.

Beraza Villa fue detenido con otras 33 personas en un operativo realizado en las inmediaciones de la iglesia del Perpetuo Socorro en Apatzingán, Michoacán, donde este sujeto encabezaba un evento familiar.

El presunto narcotraficante confesó en un vídeo difundido por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) su pertenencia al cártel de La Familia, y apuntó que con la ofensiva policial "no se puede trabajar mucho".

"Con todo el movimiento que ha habido no se han seguido las operaciones (de tráfico) igual" , revela La Troca.

"(Me dedico) a la agricultura y también trabajaba para La Familia", admite ante las preguntas de una agente.

El territorio está vigilado ahora por miles de policías y soldados, lo que ha obligado a La Familia a replegarse, según se deduce de las palabras de La Troca.

De acuerdo a sus propias palabras, el presunto narcotraficante se dedicaba a mandar "hielo" ("ice", una droga sintética) a Tijuana, ciudad de la frontera norte con Estados Unidos.

"Cuando yo empecé a trabajar empecé a trabajar con La Minsa", apuntó, en referencia al capturado líder operativo de La Familia, Arnoldo Rueda.

Su último contacto fue dos semanas antes de la detención de éste, que tuvo lugar el 11 de julio, en una reunión "común y corriente" en el municipio de Apatzingán, de donde es nativo. La Troca apunta que trabajaba para La Minsa desde hacía tres años. "Él me daba el material ('hielo') y yo buscaba el transporte para llevarlo a Tijuana", explicó.

En el interior y en los alrededores del templo los agentes federales decomisaron 11 vehículos de lujo, dos armas largas, dos granadas de fragmentación, trece mil dólares, un ordenador, 30 teléfonos móviles y 4 mil 500 pastillas psicotrópicas.

De acuerdo a las autoridades policiales, la detención tuvo lugar sin que se realizara un solo disparo.

Al mismo tiempo el jefe de la Sección Tercera de la Policía Federal, Ramón Eduardo Pequeño García, presentó también a Rafael Hernández Harrison y/o Salomón Figueroa Harrison, alias "La Cuchara", presunto operador de Servando Gómez Martínez, alias "La Tuta", líder de la misma organización criminal, quien fue detenido en otro operativo realizado en Lázaro Cárdenas, Michoacán .

Sobre Rafael Hernández Harrison, el mando de la Policía Federal informó que presuntamente era el encargado de realizar las extorsiones, cobrar el derecho de piso y coordinar los laboratorios clandestinos para "La Familia Michoacana".

Hernández Harrison manifestó que él trabajaba con Rafael Cedeño Hernández, alias "El Cede", hasta que fue detenido, y que estuvo presente cuando dicho delincuente ejecutó a dos integrantes de "La Familia Michoacana" por no seguir sus órdenes.

"La Cuchara" presuntamente se unió a "La Familia Michoacana" hace aproximadamente dos años, después de que la organización de los Beltrán Leyva matara a su hermano por no pagar una cuota.




DECLARA LA TROCA




LA CUCHARA





DETENCION DE SICARIO DE LA FAMILIA

A pesar de que La Familia es un grupo "fuera de la ley, estamos organizados y tenemos normas. Servando Gómez, La Tuta, es el encargado de la plaza de Arteaga, pero tiene mandos superiores, aseguró José Alberto López Barrón, alias "El Gordo".

"El Gordo", uno de los implicados en la muerte de 12 policías federales, cuyos cadáveres fueron hallados el 13 de julio en el entronque de la Autopista Siglo XXI Lázaro Cárdenas-Morelia, dio su testimonio sobre la forma en que opera la organización en donde la obediencia es la premisa.

Ante cámaras y micrófonos de medios de comunicación, López Barrón describió como funciona la protección a favor de "La Tuta", quien debe autorizar cualquier movimiento en la zona en donde "las autoridades municipales nos respetan y nosotros a ellos", dijo.

En cada entrada del pueblo, hay vigilantes y cuando una persona, un vehículo o una autoridad entra "de inmediato se reporta al mando en el centro del pueblo y ellos checan y autorizan su presencia y si no es nadie que represente un peligro, se le ofrecen disculpas y se le permite que siga su camino".

Esposado de las manos, encadenado de los pies, custodiado por dos agentes federales fuertemente armados, López Barrón relató que fue detenido cuando salía de una clínica local en la que se le atendió por una pancreatitis.

Rechazó que se le haya encontrado en posesión de una de las armas de cargo de uno de los policías ejecutados; una pistola 9 mm marca Pietro Beretta, cuya matrícula fue cotejada con la base de datos de Plataforma México y se comprobó que pertenecía a uno de los agentes abatidos el 12 de julio.

"El Gordo" precisó que a los vigilantes como él les pagan de dos mil 500 a tres mil pesos a la semana como sueldo base y se mantienen armados en sus horas de servicio, ya que la vigilancia es de cinco personas en dos turnos, tan sólo en "el pueblo que es muy pequeño".

"Tenemos nuestro cuerno de chivo, un AR-15 y una pistola, para las acciones de vigilancia", explicó.

López Barrón aseguró que cuando se dio la ejecución de los 12 policías, él no se encontraba en el pueblo, que estaba en otra plaza, pero "presumo que hubo más personas que llegaron a apoyar de otras plazas para esas acciones".

Comentó que pudieron haber entrado al pueblo sin haber sido detectados por los vigilantes, y los descubrieron adentro, aunque dijo desconocer cómo pues "es un pueblo pequeño y a veces se nos duerme el gallo, es probable que ellos entraron y los detectaron adentro".

López Barrón afirmó que "La Familia Michoacana" tiene presencia prácticamente en todas las plazas o municipios, principalmente en Morelia, Nueva Italia, Rosales, Uruapan, Apatzingán y Lázaro Cárdenas, Michoacán, entre otras.

Puntualizó que Servando Gómez Martínez, alias "La Tuta", no necesariamente fue quien ordenó el asesinato de los 12 policías, porque hay subalternos que pudieron haberlo ordenado.

Según reportes de inteligencia, La Tuta podría estar escondido en la Sierra de Guerrero y Michoacán y confirman lo dicho por El Gordo, en el sentido de que el grupo trafica con enervantes, desde marihuana hasta cocaína, metanfetaminas o ice, entre otras.

Esta zona de Michoacán es productora de marihuana, por lo que La Tuta, presuntamente es el encargado del acopio de la droga, la cual se comercializa en el narcomenudeo para el consumo local, pero el grueso de la producción se empaca para exportar a Estados Unidos.

En la zona también se ha asentado una estructura de procesamiento y distribución de drogas, procedentes de Colombia, en el caso de la cocaína, mientras que ahí se producen metanfetaminas que son embarcadas por diversos medios hacia la Unión Americana.

El Gordo puntualizó que la vigilancia es para evitar el ingreso de otros grupos de riesgo, como son los Zetas, u otros narcotraficantes, secuestradores o cualquier persona ajena.

Por ello, agregó, "entre nuestras normas no está permitido el secuestro ni la violación, nosotros tratamos bien a la gente, porque es la preparación a través de pláticas que nos han dado para tratar bien y con respeto a las personas".

López Barrón detalló que es el propio Servando Gómez quien da las pláticas, en las que se abordan temas de superación personal y de respeto a las personas y donde se dan a conocer las normas.

Sobre las supuestas asesorías de Rafael Cedeño Hernández, conocido como "El Cede", ahora detenido, mencionó que él nunca le dio una plática, porque era un pastor de rehabilitación al que se le comisionó en otras plazas.

Todo movimiento en la zona está controlado por los mandos, los tráileres no pasan por la carretera, esos solamente transitan por la autopista, "pero cuando se trata de un cargamento de nosotros se nos avisa, y se le deja el paso libre".

En ese sentido, afirmó que si bien con las autoridades municipales existe un respeto mutuo, "cuando llegan los operativos de la Policía Estatal, la Federal o el Ejército, no nos cruzamos para evitar confrontaciones; nos abrimos y los dejamos, porque ellos están cumpliendo con su trabajo".

López Barrón insistió en que quienes están "en la compañía lo hacemos por convicción propia y acudimos a las pláticas para no cometer errores, porque también se aprende de lo que hacen los demás".

Entre las normas al interior de "La Familia", destacó la de respetar a las personas, no robar, no violar y el derecho de piso y rentas se les cobra a quienes también se encuentran fuera de la ley, como son aquellos que se dedican a la piratería u otras acciones.

De acuerdo con la información de inteligencia policial, los miembros de La Familia hacen justicia por propia mano, lo que dejó entrever "El Gordo", quien dijo "yo nunca he visto que ejecuten a alguien por secuestrar o por violar, pero nosotros tenemos normas".

CAMBIODEMICHOACAN.COM.MX


DECLARACION DEL GORDO








ENTRE FEDERALES RUMBO A MICHOACÁN

Están amenazados de muerte.

En un par de días mataron a 17 en Michoacán. Un señor que se apoda La Tuta le dijo a un medio michoacano que respeta y quiere al Ejército y al presidente Calderón, pero que a los policías federales los seguirá liquidando.

Policías federales como los que ví subirse callados, muy serios, a un avión el miércoles 15. El Boeing 727 azul con la leyenda Policía Federal va a Michoacán. En él viajan 130 agentes que van a apoyar la vigilancia de, entre otras rutas, la de la carretera que va de Lázaro Cárdenas a Morelia, valiosísima en el trasiego de la droga. Una ruta que vale millones para quien ha prometido seguir matando federales que interrumpan el negocio. Es la carretera 37 y su alterna la 37D. Es la que a mitad del camino pasa por Arteaga, ese pueblo extrañamente rico en una zona pobre. Que algunos, hace unos años, imaginaron de buena fe beneficiario de las remesas y hoy sabemos beneficiado por el negocio.

Para allá van en el avión estos 130 muchachos, jóvenes, todos ellos formados en el Ejército, todos ellos ahora con uniforme azul impecable. La mayoría ni en el avión se quitan el pasamontañas que los protege y los iguala. No hablan mucho en el corto viaje entre el Distrito Federal y Morelia. No sé si sonríen, pero no parece, intento adivinar por sus ojos lo que imaginan. Muchos no se quitan siquiera los lentes oscuros. Van a Michoacán, donde les han declarado la guerra.

En la pista del aeropuerto municipal de Morelia se colocan de tres en fondo para pasar revista. Esperan los vehículos que los llevarán a las barracas que serán su hogar los próximos dos meses. Al frente del contingente, el general Rodolfo Cruz López, coordinador de las fuerzas federales de apoyo de la Policía Federal. Tiene sesenta y siete años, que parecen cuarenta; cincuenta de ellos con el Ejército, los últimos tres con la Secretaría de Seguridad Pública.

De conversaciones durante el trayecto subrayo dos cosas en la libreta:

Cuando llegan a un pueblo, la gente les tiene miedo. Intimidan. Las cosas no van a cambiar en verdad hasta que les tengan respeto, dice el general. Pero por lo pronto se quedan con el miedo.

Algunos de los agentes federales que han sido levantados y asesinados, andaban de civiles, recopilando inteligencia. ¿Cómo se hace eso en lugares donde la mayoría de los pobladores tiene algo que ver con ellos por miedo, por complicidad, por comodidad? El taxista, el de la gasolinera, el de la tiendita, el del restaurante. Todos informan. Este es en el fondo, dice el general, un problema social. Lo nuestro, los operativos, la demostración de poder es apenas una parte.

Mientras veo a los jóvenes policías formados frente a un hangar pienso en la ofensiva del fin de semana: los asesinatos, los ataques, las amenazas de La Tuta. Le pregunto al general si les han informado de todo eso.

—Sí. De todo. Tienen que saber a qué vienen, a quién se enfrentan.

No es sencillo conversar con los agentes. El casco, el pasamontañas, El R-15. El miedo. Los miedos. El suyo y el mío. Todos dicen tener familia. Esposa, hijos, en algún lugar que no revelan, porque sus vecinos, y sus amigos, y los que fueron sus compañeros de escuela no saben en qué andan. No se puede. “Por seguridad de mi familia”, dicen. No hay apellidos, apenas nombres propios. Los ojos no delatan más que su juventud y seriedad.

En esa conversación no se habla de política ni de estrategia ni de las especulaciones que llenan nuestras páginas editoriales. Que si se puede ganar, que si vamos ganando, que si se puede ganar. Ellos hablan de México, de sus ganas de combatir, de que por suerte, algunos, aún no han descargado el arma en combate, pero que no dudarán en hacerlo. Los que lo han hecho, dicen que fue inevitable. No hablan tampoco del consumo de los estadunidenses, ni del negocio internacional. Hablan de que están ahí por sus hijos. Para que no les lleguen las drogas a sus casas.

No hablan de la muerte. Aunque el número de policías federales asesinados se multiplica en esta guerra. Son los muertos de los que en los medios hablamos poco. Se contabilizan como quien cuenta chiles. Se habla poco de estos muchachos.

Son a la vez héroes y víctimas de un país que por décadas no puso atención a sus instituciones de seguridad y justicia, y hoy ha tenido que poner a sus jóvenes, rifle en mano, lejos de su familia y su tierra, a combatir a quienes quieren sustituir al Estado.

Uno de los policías que los recibe y servirá de escolta a los vehículos estuvo en el operativo donde fue capturado El Minsa. Algunos de los recién llegados lo rodean mientras él cuenta de la madrugada amarga. Con el narcotraficante en un vehículo blindado, con su señora y sus hijos en otro, un comando llegó lanzando granadas para liberarlo. Bajo fuego le pidieron al presunto narcotraficante que ordenara que se detuviera el ataque, que estaban poniendo en riesgo a su propia familia. Si les ha de tocar, les va a tocar, les dijo.Que sea lo que Dios quiera. Les cuenta lo que se siente que una granada estalle a diez metros. Les cuenta de los ofrecimientos de triplicar el sueldo que reciben de la policía.

Le pregunto, desde la capital, desde el refugio del periodismo, desde la grabadora, desde la estupidez, si él cree que se va ganando o perdiendo la guerra. Esa pregunta no se vale, me dice, aquí hay muchos compañeros que han caído cumpliendo su deber.

MILENIO.COM







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